Montull negocia confesar comisiones del Palau a CDC
El exdirectivo tantea con el fiscal implicar al partido para salvar a su hija El expolio de Millet llega a juicio tras ocho años de instrucción
El juicio por el expolio del Palau de la Música se inicia hoy, y con la posibilidad de un giro copernicano en la causa. Jordi Montull, exdirector administrativo de la institución, está negociando con la Fiscalía confesar los pagos a CDC a cambio de una rebaja sustancial de la pena para su hija Gemma, que fue la directora financiera y que también comparte el banquillo de los acusados.
La jornada de hoy y la de mañana estarán destinadas a las cuestiones previas, que habitualmente son asuntos técnicos, pero ya es posible que se visualice lo que va a ocurrir la semana que viene. Jordi y Gemma Montull están negociando con la Fiscalía una sensible reducción de la pena de la segunda a cambio de una confesión. Evidentemente, las revelaciones sólo pueden ir en un sentido: aceptar que parte del dinero que pasó por el Palau de la Música fue a parar a Convergència Democràtica de Catalunya.
Según las fuentes consultadas por La Vanguardia, únicamente Montull ha realizado un acercamiento a la Fiscalía. Millet, el que fura el presidente del Palau, no ha hecho aún ningún movimiento, lo mismo que el resto de encausados. De manera que lo que no se espera mañana es una conformidad generalizada, y la escenificación de esta confesión tendría que ser en su declaración ante el tribunal, que se desarrollará la semana que viene, posiblemente el miércoles día 8. El nuevo testimonio implicaría que Montull descargaría de culpa a su hija Gemma y asumiría el desvío de los fondos, y a cambio habría sensibles reducciones de las penas solicitadas por el fiscal, incluso plasmada en una condena de no cumplimiento para ella; es decir, de un máximo de dos años. En este momento, la petición del Ministerio Público es de 27 años y seis meses para Jordi Montull y de 26 años para su hija.
CDC, como partido, está en la causa como partícipe a título lucrativo; es decir, por beneficiarse de un delito sin haberlo cometido directamente. Según la calificación de la Fiscalía, entre el 2002 y el 2009 desde el Palau de la Música se desviaron 3.741.898 euros hacia la formación, que habrían sido abonados presuntamente por la empresa Ferrovial a cambio de la concesión de obras como la Ciutat de la Justícia, la línea 9 del Metro o el pabellón de Sant Cugat y la obra de revestimiento de la acequia Bellet en el Ebre.
Estos más de tres millones de euros habrían sido entregados en efectivo al que entonces era el tesorero de CDC, Daniel Osàcar, siempre según la acusación de la Fiscalía, quien añade que también hubo otras vías de desviar dinero al partido: convenios con la fundación Trias Fargas, ahora CatDem, de la formación política, por un total de 630.655 euros; y facturación falsa por medio de empresas interpuestas, por valor de 2.303.551. Es decir, que en total, según el escrito del fiscal, CDC se habría beneficiado de 6.676.105 euros entre 1998 y el 2009. Por este motivo, el partido tiene 15 sedes embargadas.
Osàcar está jubilado y ya no es tesorero del partido ni administrador de CatDem. En el caso del Palau, el fiscal pide para él siete años y seis meses de cárcel, pero también está siendo investigado en El Vendrell por el asunto bautizado como el 3%, por la concesión de obra pública. Además, aquí, la Guardia Civil le acusa de tener fondos en Luxemburgo por valor de medio millón de euros.
Ocho años después de estallar el escándalo, el caso del expolio del Palau de la Música llega a juicio. Y puede que arranque con sorpresas. La confesión de Montull tendría un efecto político devastador para CDC, que siempre ha negado que cobrara comisiones. Y estaría por ver si algún otro de los acusados se adhiere a seguir la misma vía.
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