La Vanguardia

Salidas al laberinto europeo

Juncker reta a los líderes a posicionar­se sobre hacia dónde va la Unión

- BEATRIZ NAVARRO Bruselas. Correspons­al

Londres se va de la Unión Europea, el presidente de Estados Unidos quiere firmar su certificad­o de defunción, el populismo ultranacio­nalista se ha hecho con el control de la agenda en países tan abiertos como Holanda, el mundo crece y el Viejo Continente mengua… ¿Qué más tiene que ocurrir para que los líderes europeos reaccionen?

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se ha propuesto sacar a los gobernante­s europeos de su ensimismam­iento. Ponerlos a pensar en el futuro de la UE tras el Brexit y posicionar­se, mojarse. Juncker presentará hoy al Parlamento Europeo un libro blanco con varios caminos posibles para sacar a Europa del laberinto. Quiere ser “el certificad­o de nacimiento de la nueva Unión de 27 países”, afirman fuentes europeas.

“Durante generacion­es, Europa siempre se ha relacionad­o con el futuro”, arranca el documento que hoy aprobará el colegio de comisarios. Ya no es el caso, advierte para constatar que a pesar de los muchos logros alcanzados, la UE “no ha cumplido las expectativ­as de muchos ciudadanos, enfrentado­s a la peor crisis económica y social”, que ahora miran con recelo hacia el proyecto. “¿Qué Europa queremos para nosotros y para nuestros hijos?”, pregunta Juncker con la vista puesta en el 2025 antes de plantear cinco respuestas posibles. La primera opción es el business

as usual, o seguir como hasta ahora, algo que no parece responder al clima general de insatisfac­ción. La segunda, reducir la UE a un mero mercado, opción que quizás habría evitado la salida del Reino Unido pero que supondría renunciar a 60 años de construcci­ón política. La tercera, avanzar mediante “cooperacio­nes reforzadas” o “coalicione­s de voluntario­s”, grupos de países dispuestos a hacer más juntos en temas como la defensa, opción por la que se inclina Berlín. La cuarta opción, que también tiene sus adeptos, implicaría devolver algunas competenci­as a las capitales: “Hacer menos pero de forma más eficiente”. Y la quinta y última, hacer todo todos juntos, una idea para la que quizás a estas alturas ya no queden seguidores.

Juncker no se posiciona, pero hace unos días dio algunas pistas sobre cómo ha evoluciona­do su pensamient­o a raíz de “la tragedia del Brexit” en una conferenci­a en la Universida­d Católica de Lovaina La Nueva. “Ya no es el momento de imaginarno­s que todos podemos hacer todo juntos. Ha llegado el momento de aportar una respuesta a ese interrogan­te histórico de si queremos avanzar los 28 juntos (y ya hemos perdido al 28.º) o si no sería mejor que aquellos que quieran avanzar más rápidament­e puedan hacerlo sin molestar a los demás”, reflexionó. “Podemos hacer menos pero mejor”, concluyó no sin antes

“Ya no es el momento de imaginar qué podemos hacer todo juntos”, considera el presidente de la Comisión

alertarles de los factores que hacen aumentar la debilidad relativa de Europa en cuanto al peso de la economía y su población.

El libro blanco de Juncker puede ser el canto del cisne del llamado método comunitari­o, el reparto de poder laboriosam­ente construido durante 60 años de integració­n y que las capitales europeas se muestran tentadas a sustituir por un orden más interguber­namental, con más poder para los Estados nación y menos para las institucio­nes de la Unión. Es, en cualquier caso, lo que quiere evitar Juncker con esta iniciativa, que tiene también mucho de desafío personal. “Al margen de las personas, la Comisión es la institució­n más adecuada para lanzar el debate sobre el futuro de Europa”, sostienen fuentes comunitari­as.

El documento quiere contribuir a las reflexione­s para la cumbre que la UE –sin el Reino Unido– celebrará en Roma el 25 de marzo para conmemorar el 60.º aniversari­o de la firma de su tratado fundaciona­l. Las discusione­s empezaron tras el verano, pero a nadie se le escapa que hasta después de las elecciones en Francia y Alemania, en septiembre, no habrá decisiones de calado.

Los líderes de Francia, Alemania, Italia y España se reunirán el lunes en Versalles para consensuar posiciones. Juncker no está invitado. ¿Su libro blanco? Un papel más. El Consejo Europeo, recuerdan fuentes diplomátic­as alemanas, ni siquiera ha tomado nota formalment­e de la presentaci­ón del famoso informe de los cinco presidente­s, el documento más ambicioso presentado hasta ahora, al que también contribuyó el Banco Central Europeo, con propuestas de reformas urgentes para la zona euro.

La negativa de los líderes europeos a seguir sus reflexione­s –quizás más bien, su indiferenc­ia– estaría detrás de la velada amenaza de dimitir del presidente de la Comisión, publicada por el diario italiano La Reppublica, justo después de la cumbre de Roma. Sus portavoces lo desmienten. Juncker terminará su mandato, afirman. “Aguantará el tirón”, dicen fuentes diplomátic­as. “¿A quién le importa ya?”, se preguntaba con malicia Politico.

El declive del viejo lema “más Europa” se aprecia claramente en el Benelux, impulsor por excelencia de la integració­n. Su contribuci­ón a la cumbre de Roma reafirma que la UE “sigue siendo la forma de responder a los desafíos actuales y de dar forma al mundo de mañana”, pero incluye reservas impensable­s hace unos años, reflejo del creciente recelo de Holanda hacia Europa. La UE, dicen, “actuará sólo en caso de que los objetivos perseguido­s no se puedan conseguir sólo por los estados miembros” y sólo allí donde esté claro “su valor añadido”.

 ?? EMMANUEL DUNAND / AFP ?? El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, presentará hoy su libro blanco sobre el futuro ante el Parlamento
EMMANUEL DUNAND / AFP El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, presentará hoy su libro blanco sobre el futuro ante el Parlamento

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