Un gendarme dispara por accidente durante un discurso de Hollande
Detenidas tres jóvenes vinculadas a un reclutador francés del Estado Islámico
Inauguración ayer de la línea de alta velocidad entre Tours y Burdeos. A partir de ahora la capital girondina queda a dos horas de tren de París, una hora y cuarto menos que antes. François Hollande glosaba el evento bajo una carpa blanca en la localidad de Villognon, en un ambiente radiante y ventoso, cuando se oyó una detonación. Un tiro. “Espero que no sea nada grave”, dijo continuando su discurso. No lo era: a un escolta se le había escapado un tiro. Un gendarme de su grupo de protección, un tirador de élite. Y con tan mala suerte que la bala hirió levemente en las piernas a dos personas del público, un camarero y un obrero. Terminado su discurso, Hollande se dirigió a ellas, explicó el prefecto del departamento de Charente, Pierre N’Gahane. Se ha abierto una investigación rutinaria, explicó. Al parecer, el gendarme tropezó al tratar de cambiar de posición.
El susto, en un país aún bajo el régimen del estado de urgencia decretado tras los atentados de París del 13 de noviembre, coincidía con la detención, en el departamento del Oise (norte de París) y en Alsacia, de tres jóvenes de entre 15 y 18 años, sospechosas de mantener contactos con “personas implicadas en las redes terroristas”. Según informes preliminares, este grupo de chicas, apodadas
las leonas, mantuvieron contacto con Rachid Kassim, un reclutador del Estado Islámico de nacionalidad francesa, cuya muerte en un bombardeo anunció el mes pasado el ejército de Estados Unidos. La policía investiga si las jóvenes detenidas planeaban marchar a Siria o cometer un atentado en Francia. Hace diez días otro joven estudiante de 18 años fue detenido en Wattignies, en la periferia sur de Lille, después de que intentara hacerse con elementos para fabricar explosivos.
Este goteo de detenciones, frecuentemente sin consecuencias, es crónico en Francia e ilustra, sobre todo, los progresos llevados a cabo por la policía y las agencias de investigación en el medio susceptible de engrosar el yihadismo.
“Nuestros servicios son más eficaces, conocen mejor a esa nueva generación yihadista y sus métodos, ya no estamos en la situación del 2015”, dice el periodista David Thomson, especialista en yihadismo francés.
Los cambios en la situación militar en Siria e Iraq contribuyen también a la mejora de la situación en Francia, dice Thomson, que acaba de publicar un libro sobre los yihadistas regresados de allá (Les revenants).
“Militar y mediáticamente, el Estado islámico está de capa caída, ya no suscita los entusiasmos del periodo 2013-2015, y además ha perdido el control de la frontera con Turquía”, dice. Por esa frontera, y con ayudas inconfesadas, los cuarteles generales en la región podían enviar comandos como los que actuaron en París el 13 de noviembre. “No creo que ahora tengan esa capacidad”, dice Thomson, “lo que no quiere decir que la amenaza haya pasado, simplemente ha cambiado”.
La situación militar complica el envío o regreso de yihadistas a Francia. Para aquel tráfico el control de la frontera turca era fundamental. Además, “los principales iniciadores de los atentados en Francia han muerto en acciones con drones, por lo que la situación se ha hecho mucho menos peligrosa”, dice Thomson.
El riesgo de atentados ha disminuido en Francia por más que su posibilidad persista, señalan los expertos