Munté reconoce el error de negar la reunión entre Rajoy y Puigdemont
“Estoy convencida de que podía haberme explicado mejor y estar más acertada en el sentido de limitarme a decir que el Govern sólo explica la agenda pública, sin perjuicio de que pueda haber otros acontecimientos que no tenemos por qué explicar porque se enmarcan en el terreno de la discreción”. Neus Munté se excusó ayer con estas palabras por haber negado en la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern de la semana pasada de forma rotunda la existencia de la reunión entre Carles Puigdemont y Mariano Rajoy, justo el día antes de que La
Vanguardia desvelara que se había producido el 11 de enero en la Moncloa. “No ha habido reuniones secretas”, afirmó entonces.
A pesar de las excusas, la consellera de Presidència defendió la discreción como un valor en el diálogo político y compartió, en este sentido, la tesis del portavoz del Gobierno español, Íñigo Méndez de Vigo, expresada tras el último Consejo de Ministros, de que la relación con la Generalitat se debía desarrollar “lejos de la presión mediática y del ruido”. “Coincidimos con que la discreción es un valor”, sostuvo la portavoz del Govern, convencida de que, cuando menos sobre el papel, “las reuniones discretas siempre pueden dar mejores resultados”.
Neus Munté insistió, en todo caso, en que, más allá del hecho en sí de la reunión entre los dos presidentes, “no ha habido ninguna negociación” y recordó una vez más que continúa pendiente la entrevista oficial entre ellos, que subrayó que el Govern quiere que se celebre y que tenga contenido: los 46 puntos que Carles Puigdemont entregó a Mariano Rajoy y entre los que figura el referéndum, irrenunciable para unos, innegociable para otros.
La cita oficial fue decidida por los dos presidentes después de la investidura de Mariano Rajoy, pero a pesar del tiempo transcurrido todavía no se ha celebrado. La última razón esgrimida desde el Gobierno español ha sido la celebración del congreso del PP, pero una vez transcurrido de momento tampoco se ha encontrado fecha y el entorno del presidente de la Generalitat teme que, a pesar de las buenas palabras, sea la excusa para no acabar llevándola a cabo.
La portavoz del Govern coincide con el Gobierno en el valor que tiene la discreción en el diálogo político