Barcelona y Madrid actúan contra el autobús transfóbico
Las alcaldesas piden la intervención del fiscal por alentar el odio
Barcelona se sumó ayer a las ciudades que ya han expresado su rechazo al autobús que la entidad ultraconservadora Hazte Oír, dirigida por el abogado Ignacio Arsuaga Rato, puso en circulación en las calles de Madrid el pasado lunes con un mensaje claro contra el colectivo transexual, Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Así lo indicó la alcaldesa, Ada Colau, tras conocer las intenciones de este grupo ultra de llevar el polémico autobús a Barcelona y a otras ciudades como València, Zaragoza, Pamplona, San Sebastián, Bilbao y Vitoria.
Colau cuenta con el apoyo de la Generalitat, que también ha mostrado su rotundo rechazado a esta campaña, que califica de “atentado a la convivencia”, en palabras de la directora general de Igualtat, Mireia Mata. Según la responsable de este departamento, la Generalitat ha denunciado ante la Fiscalía de Delitos de Odio la llegada de este autobús a Barcelona, l’Hospitalet y Sant Cugat. Por su parte, el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha anunciado que actuará de oficio para revisar “qué medidas han adoptado” las administraciones catalanas contra la campaña que pasará por Barcelona y otras ciudades este viernes y sábado.
El autobús no tendrá fácil seguir circulando a tenor de las fuertes protestas que está suscitando su presencia en Madrid, y las denuncias que el colectivo LGTB ha interpuesto contra esta organización por incitar al odio. Por lo pronto, el Ayuntamiento de Madrid consiguió anoche paralizar su circulación al considerar que incumple las ordenanzas municipales de movilidad y de publicidad, mientras que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha remitido una carta a la Abogacía General de la región para que valore si procede la incoación de un expediente sancionador por incitar al odio. La normativa regional prohíbe cualquier acto de discriminación directa o indirecta, por razón de orientación sexual, identidad de género, expresión de género o pertenencia a grupo familiar”. Cifuentes conoce bien a Arsuaga, quien en la campaña electoral del 2015 fletó un bus con el lema “Quien vota a Cifuentes vota aborto”.
La polémica ha llegado al Congreso, donde el PSOE ha pedido la intervención de la Fiscalía, petición a la que se ha sumado IU, ERC y Podemos. El Instituto de la Mujer, dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ha mostrado su “tajante rechazo” al autobús y a cualquier otra iniciativa o actuación que “atente” contra el derecho a la igualdad del colectivo LGTB.
Arsuaga se defiende apelando a la libertad de expresión y recuerda que con esta campaña, la plataforma ultracatólica –que cuenta con el apoyo del Centro Jurídico Tomás Moro– quiere denunciar “las leyes de adoctrinamiento sexual” de varias comunidades en pro de la igualdad y la no discriminación del colectivo LGTB.
La campaña del grupo ultra de Arsuaga Rato rechaza las leyes contra la discriminación sexual