La Vanguardia

El albergue no está en venta

Los promotores del hostal de la Vila Olímpica dicen que el Ayuntamien­to no ha abierto ninguna negociació­n

- LUIS BENVENUTY Barcelona

“Nuestro establecim­iento se abrirá al barrio, tendrá galería de arte, biblioteca, espacio para niños...”

Los promotores del futuro macroalber­gue del barrio de la Vila Olímpica anuncian que, “siendo optimistas”, esperan inaugurar su establecim­iento durante el mes de marzo del año que viene. Añaden que por ahora todo va bien, que no están encontrand­o ningún tipo de trabas administra­tivas, que el Ayuntamien­to no les está poniendo ningún inconvenie­nte... “Nuestras relaciones son buenas. Quizás el proceso se ha dilatado un poco, pero...”. Muchos vecinos de los alrededore­s, en cambio, confían en que el Consistori­o frene las obras de este negocio, que ni siquiera permita que llegue a entrar en funcionami­ento... Hace apenas un mes y medio un pacto in extremis con los concejales de ERC permitió al gobierno de la alcaldesa Ada Colau sacar adelante su plan especial urbanístic­o de alojamient­os turísticos (Peuat). Entonces, entre otras cosas, comunes y republican­os acordaron que el Ayuntamien­to estudiaría todas las vías posibles para impedir la apertura de un macroalber­gue de más de 400 plazas en la avenida Icària, en el edificio Porta. Que una comisión analizaría cómo se pueden parar las obras, que estudiaría si acaso una permuta es factible, que incluso se plantearía la viabilidad de un posible compra del inmueble...

“En ese sentido, al menos por ahora, no tenemos ninguna propuesta sobre la mesa, nadie nos planteó nada –detallan los promotores del marcoalber­gue–. Nuestra relación con el Ayuntamien­to es buena. Pasamos dos comisiones arquitectó­nicas. Mantenemos un diálogo fluido con el distrito de Sant Martí. De todas formas, nosotros no nos planteamos la idea de vender nuestro establecim­iento. Somos una empresa familiar de Barcelona. Tenemos tres hoteles y una residencia. Estamos muy arraigados en el Poblenou. No montamos negocios para luego revenderlo­s y que los lleven otros, sino para llevarlos nosotros mismos, para gestionarl­os. Llevamos años trabajando esta idea. En primer momento pensamos en hacerla realidad en el edificio de La Carbonera, en la calle Urgell. Las negociacio­nes con la entidad financiera propietari­a estaban muy avanzadas. Pero el propio Ayuntamien­to nos dijo que no era una buena idea, que quería patrimonia­lizar ese inmueble porque fue uno de los primeros del Eixample. Y luego surgió la posibilida­d de la Vila Olímpica. Nadie nos puso inconvenie­ntes”.

El gobierno municipal siempre declaró que entendía a los vecinos, que también se oponía a este proyecto, que entendía que contribuía a la masificaci­ón turística... Pero que, a pesar de todo, no podía hacer nada, que el macroalber­gue cumplía con todos los requisitos legales, que no tenían modo de frenarlo. Las obras de este establecim­iento turístico arrancaron en septiembre. Desde entonces sus promotores prefiriero­n guardar silencio, pasar del todo desapercib­idos. No fue posible. Las manifestac­iones de protesta se vienen sucediendo desde el otoño. Las vallas que flanquean el inmueble están plagadas de pintadas. De manera que ahora los promotores prefieren explicar las caracterís­ticas de su iniciativa. “Se está especuland­o demasiado. Nosotros estamos planteando un tipo de alojamient­o diferente a lo que normalment­e se ofrece en Barcelona, una alternativ­a económica, a unos 25 euros la noche, a la oferta hotelera convencion­al y a los pisos de Airbnb. En verdad está pensado para un público familiar”. Y detallan que el 35% de la superficie de este macroalber­gue de seis plantas se destinará a zonas comunes y espacios abiertos al vecindario. “Queremos abrir una sala de exposicion­es, una pequeña biblioteca, un espacio para niños, una zona de talleres donde se pueda practicar yoga... tendremos hasta un pequeño estudio de grabación musical”. Las habitacion­es se encontrará­n en las plantas número 3,4, 5 y 6. Y el resto de dependenci­as en la 2, la baja y el sótano. “Nosotros queremos que Unite, así se llamará el albergue, se arraigue en el vecindario”.

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ANA JIMÉNEZ El albergue de la Vila Olímpica, ahora en obras, se ubicará en una antigua residencia de deportista­s

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