Al rescate de los interiores
El Barça impulsa un plan específico en la cantera para salvaguardar su influencia
LA SALIDA DE BALÓN Luis Enrique reconoce que la presión de los equipos rivales ha afectado el juego de combinación NUEVA PRUEBA El Barça, hoy ante el Sporting, seguirá buscando soluciones para tener más control del juego
El Barcelona de Luis Enrique no ha perdido su gen competitivo. Ha salido victorioso en Mestalla, el Pizjuán, San Mamés y el Calderón, seguramente los estadios más peliagudos de la Liga junto al Bernabeu, escenario que le falta visitar y que volverá a ser crucial para el desenlace del campeonato. Pero mientras el instinto de lucha, sólo puesto en duda en el naufragio de París, permanece intacto, la preocupación principal estriba ahora en la dificultad del equipo en su fase de creación, traducida en una disminución (estadísticamente comprobada) del número de pases enlazados entre sus medios. La táctica de los rivales, que en su mayoría han subido la línea de presión entorpeciendo la salida antiguamente limpia del balón entre defensa y media, continúa sin ser resuelta. Eso se aprecia desde fuera y preocupa dentro.
Luis Enrique, muy ocupado en el asunto, sigue buscando soluciones (en el Calderón pasó a un 3-4-3 con pelota para poblar la medular) y los responsables del fútbol base se han puesto manos a la obra para salvaguardar la demarcación que más está sufriendo las consecuencias de este cambio de actitud de los adversarios, la de los dos interiores.
Por ello desde hace un tiempo se ha implementado en las categorías inferiores un plan específico para que quienes ocupan este puesto vital en el estilo de juego posicional del Barça lleguen al primer equipo con los conceptos esenciales aprendidos y puedan afrontar esta situación con más preparación. El control del tempo para evitar desórdenes tácticos, el empleo de la combinación como maniobra para defender y atacar, así como una serie de conceptos adecuados a los nuevos tiempos son ejemplos de lo que se está trabajando de forma específica en la Masia para no perder la singularidad del club en su trato con el balón. La consigna por la salvaguarda del modelo, más o menos evolucionado, es clara. Los jugadores de los dos juveniles (Ay B), por ejemplo, además del entreno convencional, realizan estas sesiones de tecnificación con asiduidad.
En plena lucha por el título el Barça seguirá buscando hoy soluciones para tener más control contra un Sporting que se la juega el domingo en casa contra el Deportivo. “Me gustó la defensa de tres”, confesó Luis Enrique sin querer dar pistas a Rubi. Según el asturiano, el asunto de la salida de balón está condicionado por el plan de los técnicos rivales. “Debéis coger a los entrenadores y decirles que dejen jugar al Barcelona, igual que al que marca al hombre a Busquets, que suele ser el punta rival”, sugirió irónicamente a la prensa.
“Este año nos presionan más arriba. Y nosotros tenemos que buscar la evolución del juego”, analizó más en serio el técnico, que opta ocasionalmente por sacrificar la posesión. “Si un rival se encierra, la posesión te sirve para generar huecos y ocasiones. Si el rival decide presionarte arriba y adelanta líneas y tú puedes hacer gol con dos pases, no tiene ningún sentido tocar el balón. Decidles que nos dejen salir jugando tranquilamente y nuestras estadísticas de pases subirán”, insistió Luis Enrique, que asegura encontrarse “pletórico” anímicamente para la recta final de la temporada.
Quien no origina debates es Messi. Luis Enrique le bendijo, a él y a sus goles salvadores contra Leganés y Atlético: “Sería ingenuo pensar que no dependemos del mejor jugador del mundo. Ojalá dependamos muchos años más de Leo”.