La Vanguardia

Rafinha se quita la máscara

El canterano escala posiciones en los planes de Luis Enrique para la recta final del curso

- CARLES RUIPÉREZ

Sólo hay dos jugadores en el vestuario del Barcelona que, pese a su juventud, llevan ya cinco años a las órdenes de Luis Enrique. No puede ser casualidad que sean dos de los más polivalent­es de la plantilla y dos de los más apreciados por el asturiano, por su esfuerzo y su trabajo. Uno es Sergi Roberto, uno de los más utilizados de la temporada como lateral derecho, y el otro es Rafa Alcántara, al que el técnico subió al filial en su último año al frente del Barça B, se lo llevó después cedido al Celta de Vigo y lo repescó rápidament­e cuando le llamaron para dirigir al Barcelona en el 2014.

El brasileño fue el arma secreta el pasado domingo en el Calderón, donde todo el mundo esperaba al once de gala y Luis Enrique sorprendió con un cambio de sistema y con Rafinha como teórico extremo derecho. El canterano, de 23 años, respondió con disciplina táctica –neutralizó las subidas de Filipe– y con tesón luchando cada balón, incluido el que pescó en el área para marcar el 0-1. Fue un premio a su tenacidad y al atrevimien­to, y además acabó el partido como interior.

No es la primera vez que el técnico se saca de la manga la carta de Rafinha, que ya fue clave para remontar al Athletic en la Copa en enero. Y la temporada pasada anticipó el adiós de Pedro con otra titularida­d y otro gol en la final de la Supercopa de Europa de Tiflis.

Rafinha, que puede jugar también de carrilero largo y como falso nueve, por fin se ha quitado la máscara. Se ha deshecho de la careta física que le protegía la brecha que se abrió en la frente y al mismo tiempo se ha despojado del antifaz metafórico que le tenía considerad­o un escalón por debajo de Rakitic, André Gomes o Arda Turan.

En el 2017, el entrenador del Barcelona ha recurrido al joven brasileño, que si es titular de nuevo contra el Sporting será su tercer partido seguido desde el inicio, su récord personal. De hecho, de los últimos siete encuentros Rafinha sólo se ha perdido dos por estar de baja a causa de la fractura nasal que se produjo al chocar en un salto con Ter Stegen. Es la prueba de que Luis Enrique confía en él y no le va a temblar el pulso en darle oportunida­des en la recta final decisiva de la temporada, si las lesiones –su punto débil– le respetan.

El técnico le tiene en alta estima porque una de las cualidades que más valora Luis Enrique en la vida es la fidelidad y Rafinha es agradecido, obediente y cumplidor. Todo lo contrario a una estrella caprichosa. Quizás la única excentrici­dad que se ha permitido fue, tras vestir la roja en categorías inferiores, elegir jugar con la selección de Brasil.

En verano, justo después de colgarse el oro en los Juegos Olímpicos junto a Neymar en Río, llamó al despacho de Luis Enrique y le planteó una inquietud que le quemaba por dentro. Si iba a tener menos oportunida­des por la lesión de rodilla de la temporada anterior –Nainggolan le cazó en Roma–, no le importaba irse cedido en busca de minutos. El entrenador frenó su salida. Y el tiempo ha compensado la espera.

La Liga está siendo, sobre todo, su competició­n. Ha jugado 10 partidos como titular, más que Iniesta, Denis Suárez o Alcácer. Una dinámica que se repite desde que regresó al Camp Nou: 44 de los 66 que ha jugado en estas tres temporadas han sido en el campeonato. En cambio, en la Champions sólo ha sido incluido en el once en Nicosia.

Interior de más llegada que de toque, de los que necesitan poco para batir al portero, Rafinha también vive su mejor temporada en el aspecto goleador. Lleva seis dianas en la Liga (las mismas que Neymar) y casi todas importante­s. Contra el Deportivo, el Granada y el Atlético abrió el marcador y frente al Leganés y los coruñeses marcó el de la tranquilid­ad. Su padre, campeón del mundo en 1994, siempre le definió como más físico que el técnico Thiago, tres años mayor. Rafinha ya no es el hijo de Mazinho ni lleva la etiqueta de hermano de Thiago. Rafinha se ha quitado la máscara.

LA ESPERA MERECIÓ LA PENA

Este es su quinto año a las órdenes del asturiano, que en verano le aconsejó quedarse en el club

TRES VECES ABRIÓ EL MARCADOR

Titular en el Calderón y en la remontada copera al Athletic, en la Liga suma seis goles, los mismos que Neymar

 ?? DANI DUCH ?? Rafinha celebra el primer gol del Barcelona en el Vicente Calderón
DANI DUCH Rafinha celebra el primer gol del Barcelona en el Vicente Calderón

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