El fondo soberano noruego dispara sus ganancias gracias al efecto Trump
El fondo soberano de Noruega, el más grande del mundo, ganó el año pasado 447.000 millones de coronas noruegas (50.000 millones de euros) por el alza bursátil tras el triunfo electoral de Donald Trump, que en la última parte del año provocó una subida de las bolsas.
Con unos activos valorados en 850.000 millones de euros, ofreció un retorno del 6,9 %. Las acciones subieron 8,7%; los bonos, 4,3% y las inversiones en inmuebles, 0,8%. “Todas las clases de activos del fondo generaron retornos positivos, pero lo que impulsó los resultados del fondo fue el fuerte retorno de las acciones en el segundo semestre del año”, dijo ayer su máximo ejecutivo, Yngve Slyngstad.
El fondo creció por quinto año consecutivo gracias a que los mercados crecieron tras el inesperado triunfo electoral de Trump ante el optimismo por la perspectiva de que los recortes de impuestos y una desregulación incentiven las ganancias corporativas.
A finales del 2016, el fondo tenía el 62,5% de su capital en acciones, 34,3% en renta fija y 3,2% en inmuebles. La multinacional suiza Nestlé, la petrolera angloholandesa Royal Dutch Shell y el gigante tecnológico estadounidense Apple son los tres principales destinos de la inversión en acciones del fondo. En cambio, se redujo su exposición a la deuda española, un 23% hasta 3.946 millones de euros. La mayor parte del dinero para estas inversiones procede de los ingresos que crea la industria petrolera y gasista en el país y sirve para alimentar las pensiones de los ciudadanos del país. El fondo soberano Noruego ha logrado una rentabilidad media del 5,2% en los últimos diez años.
El Gobierno propuso recientemente subir la partida del fondo destinada a acciones hasta el 70% para aumentar los beneficios. El año pasado, por primera vez desde su creación a mediados de los noventa, el Ejecutivo retiró dinero o (11.000 millones de euros) para cuadrar los presupuestos.