Andersen renace como firma de abogados global desde Barcelona
La heredera de la histórica Arthur Andersen llega a España y está ya en 17 países
Global Abogados, un pequeño despacho catalán con sólo tres socios –Álvaro Gámez, Toni Prat y José María Rebollo– y apenas 50 profesionales entre Barcelona y Madrid, ha sido la plataforma de lanzamiento en España de un proyecto global en el mundo de los servicios legales: Andersen Tax & Legal. Con sede en San Francisco (California, Estados Unidos), este bufete de mercantil y fiscal es el heredero de la histórica Arthur Andersen, quebrada y liquidada tras el escándalo contable del gigante energético Enron en el 2002.
El banco HSBC integró entonces a 22 socios abogados de la firma en Estados Unidos en una nueva filial –Wealth & Tax Advisory Services– que cinco años después se independizó y en el 2014, ya con más de un millar de abogados, compró la marca Andersen y se lanzó a conquistar el mundo. Andersen inició entonces el casting por cada uno de los países en los que quería estar. Y en España, tras un largo proceso, la elegida fue Global Abogados, que cerró su incorporación a la nueva multinacional de la abogacía en el 2015.
¿Por qué Global? “Andersen tiene los cuarteles generales en San Francisco, están muy metidos en tecnologías de la información y les encanta Barcelona”, explica Álvaro Gámez, quien resalta también la alineación entre su despacho y la filosofía de Andersen. El hecho de que la sede de la nueva Andersen España esté en Barcelona es totalmente excepcional. Todos los despachos internacionales tienen su despacho principal en Madrid.
“Nos vinieron a buscar y hubo química desde el primer momento”, apunta José María Rebollo. Toni Prat, el tercero de los socios, añade que “con Andersen podremos cumplir más fácilmente nuestro objetivo de ofrecer un servicio internacional de primerísima calidad desde la independencia absoluta”. Tanto Gámez como Prat son ex arturos, como se conocía hace años en el sector legal en España a los socios de la difunta Arthur Andersen. La compañía se disolvió tras la caída de Enron: los abogados se fueron a Garrigues, los auditores se integraron en Deloitte y los consultores recalaron en Accenture.
En el momento del lanzamiento internacional de su marca, Andersen cuenta ya con 1.500 profesionales en 17 países, unas 60 oficinas y una facturación de 400 millones. En España, el punto de partida es por ahora modesto, ya que Global Abogados aporta 50 profesionales e ingresos de 3 millones. Sin embargo, esto puede cambiar muy pronto si fructifican las negociaciones para integrar el despacho Olleros, lo que elevaría la facturación hasta el entorno de los 15 millones anuales. Es un principio.
El establecimiento en Barcelona choca con la tradición de los despachos de poner su sede en Madrid