Macri, imputado por quinta vez antes de su discurso anual en el Congreso
El presidente vuelve a la conflictiva realidad argentina tras su viaje al oasis español
Mauricio Macri pasó casi toda la semana pasada en España recibiendo halagos de empresarios y políticos por la apertura económica de Argentina. Pero el oasis español pasó y el mandatario se dio ayer de bruces con la conflictiva realidad de su país. Tras cuatro días de fiesta por el carnaval, acabaron las vacaciones de verano y se inició el curso político con el tradicional discurso anual en el Parlamento, donde los maestros esperaban en pie de guerra a Macri, que poco antes recibió un regalo inesperado: su quinta imputación judicial desde que llegó a la presidencia hace quince meses. Además los sindicatos peronistas preparan el martes una gran movilización para recordar al mandatario que no todo es de color de rosa.
La imputación tiene que ver de nuevo con los conflictos de intereses que persiguen a Macri por las empresas de su familia. La Fiscalía investiga tráfico de influencias en la concesión de nuevas rutas a Avianca, después de que la aerolínea colombiana comprara el año pasado la empresa de jets ejecutivos Mac Air a la familia Macri. Las concesiones se enmarcan en la apertura de cielos decidida por el Gobierno.
Además, Macri, que tiene decenas de denuncias pendientes, generalmente presentadas por políticos opositores y especialmente kirchneristas, ya fue imputado en otras cuatro causas: por su aparición en los papeles de Panamá, por permitir que los familiares de funcionarios públicos pudieran acogerse a una amnistía fiscal, por aprobar un acuerdo de negocios con Qatar y por condonar una histórica y multimillonaria deuda con el Estado contraída por su padre, Franco Macri.
La tregua sindical terminó. El inicio del curso escolar, previsto para el lunes, volverá a ser conflictivo. Es tradición que los sindicatos presionen por estas fechas al Gobierno de turno para exigir mejoras laborales. El año pasado fue una excepción, pero ya hay convocada huelga para lunes y martes. Ayer Macri perdió la compostura un momento al citar al líder sindical de los maestros, Roberto Baradel, de quien dijo: “No necesita que nadie lo cuide”, justo después de decir que “queremos cuidar a los docentes”. Baradel, que hace días denunció amenazas contra él y su familia, sólo tardó unos minutos en acudir a tribunales a denunciar penalmente al presidente.
Macri pronunció un discurso optimista. Aunque sin referencias explícitas a los Kirchner, siguió quejándose del lastre kirchnerista. “No escuchemos a aquellos que nos quieren desanimar y que ni siquiera
Los maestros no iniciarán el curso escolar y los sindicatos peronistas paralizarán el martes Buenos Aires
hacen autocrítica de lo que han hecho en el pasado”, indicó.
La expresidenta Cristina Fernández ya pidió a sus seguidores que se sumen a la gran manifestación convocada para el martes en Buenos Aires por la CGT, aunque ella debe visitar ese día los tribunales. No será una huelga general, pero los efectos en la paralización de la capital serán similares. Macri trató de descalificar la marcha al enmarcarla en la campaña electoral. En octubre hay elecciones legislativas donde el peronismo tratará de unirse, mientras la coalición oficialista intentará consolidarse. La respuesta de la central sindical peronista fue la amenaza de huelga general.