La Vanguardia

Homs advierte al Tribunal Supremo que su fallo no parará el referéndum

El fiscal dice que el acusado y la Generalita­t plantearon “un pulso al Estado”

- JOSÉ MARÍA BRUNET Madrid

El juicio contra Francesc Homs por el 9-N terminó ayer con un largo alegato del exconselle­r en el que advirtió al Tribunal Supremo (TS) de que su fallo, sea el que sea, “marcará” el futuro de las relaciones Catalunya-España, pero no detendrá la convocator­ia de un referéndum para consultar al pueblo catalán a lo largo del presente año. El presidente de la Sala Penal, Manuel Marchena, fue especialme­nte permisivo, porque lo habitual en el turno de última palabra es que se ofrezca al acusado la oportunida­d de añadir hechos o argumentos nuevos a los expresados por su defensa, pero no que se extienda sobre ellos o introduzca otro tipo de valoracion­es.

Sin duda, en el Supremo hay plena conciencia de la trascenden­cia de la vista, y de ahí la permisivid­ad. Así, si la letrada de Homs ya había citado a Lluís Companys y su procesamie­nto a raíz de los Fets d’Octubre de 1934, el propio Homs utilizó citas de Joan Maragall para concluir su alegato, reivindica­ndo la “nueva patria”. La defensa de Homs, en definitiva, se basó tanto o más en razonamien­tos políticos y apelación a los sentimient­os que en argumentos jurídicos.

En este aspecto hubo un gran contraste entre el informe final del fiscal encargado del caso, Jaime Moreno, por una parte, y las intervenci­ones de la letrada Labarta y el exconselle­r Homs, por otra. El informe del fiscal Moreno discurrió muy pegado al terreno, aunque no eludió derivadas políticas, como al concluir que Homs y la Generalita­t plantearon “un pulso al Estado”. El fiscal habló de los elementos que configuran los delitos de desobedien­cia y prevaricac­ión. Dijo con solemnidad que “es un abuso de poder negar el Estado de derecho”, máxime si en esa conducta incurre un gobernante, y que “el derecho penal no puede pararse a las puertas de ninguna institució­n”. Su tesis fue que la Generalita­t en general y Francesc Homs en particular siempre fueron consciente­s de que el Tribunal Constituci­onal había suspendido la consulta del 9-N. Añadió que, a pesar de ello, no pararon ninguno de los preparativ­os y buscaron ganar tiempo con una petición de aclaración de la resolución suspensiva que no hacía falta alguna, porque la orden del TC había sido muy clara.

Eva Labarta, en cambio, optó por una defensa muy política. Todo su informe se caracteriz­ó por las constantes alusiones al contexto en que se produjeron los hechos. “No podemos –dijo– judicializ­arlo todo; lo que es político es político”. Añadió que en 1934 hubo un juicio en el propio TS en el que se acusó a Lluís Companys de “deslealtad” hacia la República. El entonces presidente de la Generalita­t respondió que en hechos como los que le llevaban allí “los únicos que juzgan son los ciudadanos y la historia”.

La letrada añadió que la Generalita­t tenía un mandato del Parlament cuando convocó el 9-N. Luego llegó una providenci­a del TC para suspender dicha convocator­ia, pero en términos que Homs consideró imprecisos, por lo que pidió aclaracion­es. Y estas no se produjeron. Por otra parte, el proceso participat­ivo –dijo– era imparable, porque ya estaba en manos de 42.000 voluntario­s. Además, el abogado del Estado había pedido al Constituci­onal que notificara directamen­te la suspensión al Govern, no a través de un correo electrónic­o, sino de un escrito personal, y que se advirtiera a sus miembros de la posible comisión de un delito de desobedien­cia. Pero el TC no usó esas vías y el requerimie­nto personal no existió. Todo ello fundamentó –dijo Labarta– las dudas de la Generalita­t, que el TC no resolvió.

La abogada Labarta invoca en la vista el proceso a Companys por los Fets d’Octubre de 1934

 ?? EMILIA GUTIÉRREZ ?? Homs se dirige al Supremo para ejercer su derecho a la última palabra
EMILIA GUTIÉRREZ Homs se dirige al Supremo para ejercer su derecho a la última palabra

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain