Respeto y libertad
Escucho en el telediario que varias entidades quieren vetar la entrada a Barcelona de un autobús que forma parte de una campaña en contra de la ideología de género de lo que han llamado un grupo ultracatólico. Al parecer, ofensivo, y se ha liado una grande. En el carnaval de Canarias ha sido coronada reina una drag queen que en su espectáculo apareció vestida de la Virgen María y Jesús crucificado, al parecer, claramente ofensivo para los católicos, y no pasa nada. Hace un año la escritora Dolors Miquel recitó el poema Mare nostra, al parecer claramente ofensivo para los católicos, y no pasó nada. Este mismo mes la diócesis de Barcelona invitó a dar una charla al escritor francés Philippe Ariño, al que un periódico llama “orador gai católico”, al parecer claramente ofensivo contra el colectivo homosexual, y se lio una grande.
No puedo más que preguntarme qué entendemos exactamente por respeto y libertad, por ofensa y por no ofensa. Parece que existe una especie de clasificación, según la cual merecemos respeto y libertad en minúsculas o en mayúsculas. Me entristece saber que en esta sociedad seremos respetados más o menos en función de cuáles sean nuestras creencias religiosas. ¿Es esto progreso? ¿Es libertad? ¿Es respeto?
NÚRIA ARXER
Girona