Hombre de club
En el vestuario del Barça se sabía que Luis Enrique no continuaría el año que viene. Nadie se lo había oído decir, pero se sabía. El asturiano, poco amigo de susurrar secretos al oído, se guardó para sí mismo la decisión, pero todas las señales llevaban hacia la misma conclusión: el agotamiento había podido con él. El entusiasmo del primer año, obviamente recobrado después de resolver el entuerto de Anoeta que a punto estuvo de acabar con él, su energía, su enfermizo control por todos los detalles… todo ese tipo de cosas habían bajado en intensidad. El día a día le estaba consumiendo y la cuestión no era resolver si se quedaría o se marcharía sino cuándo anunciaría su adiós. Más arriba, en los despachos, estaban mejor informados. El presidente Bartomeu, así como Robert Fernández, secretario técnico, y Albert Soler, director de deportes profesionales, fueron convocados por el entrenador hace algunos días. Se consensuó entonces la manera de anunciarlo. Y el resultado fue que comunicarlo antes del Barça-PSG podría servir de estímulo para la plantilla. Luis Enrique demostraba ser un hombre de club. El equipo intentará estar a la altura. Empezó a hacerlo ayer ante el Sporting, comprometido con un cambio de sistema (3-4-3) que apela directamente a su lealtad con el plan del técnico. Hay tres títulos en juego. La Copa está cerca, la Liga depende de ellos después del sorpresón canario en el Bernabeu y la Champions es una cuestión de fe. Faltan tres meses.
Urge reflexionar sobre si es normal el desgaste que hace abandonar a tipos de tanta personalidad
Luis Enrique merece acabarlos bien.
Queda para una reflexión más profunda una evidencia: entrenadores de fuerte personalidad como Guardiola o Luis Enrique han sido psicológica y hasta físicamente vencidos en menos tiempo del que sería recomendable por el desgaste diario, tanto interno (“los jugadores son o egoístas o muy egoístas”, suele decir una eminencia en el tema) como externo (presión mediática y entornos varios). Técnicos menos resistentes han salido por piernas (Martino). Habrá que explicárselo al próximo.