Goleada, despedida y liderato
En una noche de muchas emociones, el Barça se exhibió, conoció el adiós del técnico y se situó primero
Tan sencillo como bonito. Tan cómodo como estimulante. El Barça se regaló una goleada ante un débil Sporting antes de que Luis Enrique anunciara que no seguirá en el banquillo. Era una victoria obligada que sirvió además para alcanzar el liderato en la Liga tras el empate madridista, un triunfo que llegó con el sistema que pusieron en práctica ante el Atlético, aunque con distintas variantes. Unos cambios que han espoleado el intelecto futbolístico de la plantilla, que se ha revitalizado tras la semana depresiva del PSG y el Leganés, y que demuestra que los jugadores lucharán por todos los títulos de la temporada al margen de la decisión que ha tomado el técnico asturiano. El paseo vino aderezado con goles de excelente factura. Un cabezazo sorprendente de Messi, una volea poderosa de Luis Suárez, una falta magistral de Neymar, un trallazo de Rakitic… y hasta un golito de Paco Alcácer. Alegría para todos.
En un horario extraño en un día laborable y con un Camp Nou poco poblado (la peor entrada de la temporada) no era sencillo desde el punto de vista mental entrar al máximo de revoluciones. Pero el Barça, entusiasta como aquellos alumnos que quieren demostrar que han aprendido algo nuevo, se metió en harina con una excelente actitud. Otra vez con un sistema de tres defensas con balón, como en el Calderón, y otra vez con Rafinha abierto como extremo derecho, el conjunto de Luis Enrique encontró rápido el premio. Desde bien pronto vivió en el campo de un Sporting que salió temblando, con cuatro titulares de su partido anterior y con Douglas de carrilero. Aprovechando las facilidades que dio el rival, el Barça, en el que Mascherano actuaba como lateral diestro y Busquets como central cuando la pelota la tenía el cuadro asturiano, no tardó en marcar.
El propio Mascherano, que reapareció y que estuvo más suelto con la pelota que cuando le tocó tapar el carril, levantó la cabeza tras una larga jugada y se apercibió de que Messi se desmarcaba al hueco. La conexión argentina funcionó y Leo apenas tuvo que saltar con la cabeza para superar de un testarazo parabólico a Cuéllar. Una jugada que inauguraba el marcador y que demostraba que con Rafinha y Neymar abiertos a los lados se generaba más espacio por el centro. Unos espacios que suponen siempre un maná para este Barça. De esa guisa se fabricó también el segundo tanto de la noche. Neymar habilitó a Luis Suárez a la espalda de la zaga. El uruguayo se quedó sin ángulo bien tapado por el portero y su centro lo desvió hacia su propia puerta Juan Rodríguez.
Gran parte del trabajo parecía ya hecho con sólo once minutos de encuentro. El banco de experimentos de Luis Enrique estaba rindiendo, el adversario se mostraba manso y la goleada asomaba a la puerta de la esquina, aunque fue el equipo asturiano el que marcó con un balón rebotado del poste que empujó a la red Castro.
Las contraindicaciones del sistema blaugrana también se reflejaban, en especial por la banda que intentaba cubrir con mucha voluntad Mascherano, al que Burgui le hizo pasar malos momentos con su habilidad para el regate. Todos los equipos le crean peligro al Barcelona, aunque para entonces el conjunto blaugrana se había vuelto a escapar con un señor gol de Luis Suárez. Babin dejó un despeje muerto en el área y el charrúa empalmó una volea fotogénica e imparable. El 3-1 reflejaba mejor lo que estaba ocurriendo en el campo.
Era un buen día para ganar confianza y así lo entendió el entrenador, que sustituyó a Luis Suárez para dar minutos a Alcácer. El delantero terminó de sentenciar el encuentro sólo aparecer al embocar un pase de Messi, que fue sustituido para que gozara de media hora de descanso. Todo de buen grado. El público también aplaudió a rabiar cuando Neymar firmó el quinto con otro gol de bandera. El brasileño, que necesita mejorar sus registros, lo logró con un magnífico libre directo. El sexto llevó la rúbrica de un jugador que requiere cariño: Rakitic. Si lograran ese resultado ante el PSG... Eso sería completar una quimera.
EL TRIUNFO ANTE EL SPORTING Antes del anuncio del entrenador, los jugadores demostraron que lucharán por todos los títulos