El Gobierno constituirá cuatro organismos supervisores
Escinde la CNMC y crea autoridades de seguros y usuarios de banca
Comienza la cuenta atrás para desandar el camino iniciado en el 2013 con la creación de un superorganismo de supervisión, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Tal y como se comprometieron PP y Ciudadanos en el pacto de investidura, el Gobierno ha decidido dividir la CNMC en dos nuevos órganos diferentes –uno dedicado a la Supervisión y Regulación de Mercados y otro a la Competencia– y formar otras dos autoridades administrativas independientes centradas en Seguros y Planes de Pensiones y en la Protección de los Usuarios de Servicios Financieros y de los Inversores Financieros. Además, el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas pasará del Ministerio de Economía a integrarse en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Así aparece en el anteproyecto de ley sobre la racionalización y ordenación de los organismos supervisores de los mercados, sometido a consulta pública por el Ejecutivo.
Hace algo más de tres años, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, apeló entre otras virtudes a la racionalización del gasto para defender las bondades de la nueva CNMC, fruto de la fusión de la Comisión Nacional de la Competencia, Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), la Comisión Nacional de Energía, la del Sector Postal, el Comité de Regulación Ferroviaria, la Comisión de Regulación Económica Aeroportuaria y el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales: según cálculos de su departamento, la importante reducción en el número de consejeros (de 50 a 10) tenía que contribuir a un ahorro de hasta 30 millones de euros.
Desde un primer momento, el superorganismo impulsado por el gobierno de Mariano Rajoy fue visto con recelo por la Comisión Europea, que puso en duda la concentración de responsabilidades por parte de la institución dirigida por José María Marín Quemada.
Ahora en el texto sometido a consulta, los responsables del Ministerio de Economía argumenta que esta reordenación es “oportuna”, dentro de “un contexto económico en el que la estructura de los mercados y las prácticas mercantiles están en cambio permanente”. Se trata, aseguran, “de obtener el mejor modelo de gobierno posible en las instituciones encargadas de velar por el funcionamiento de los mercados, promover la existencia de competencia efectiva en los mismo y asegurar la eficaz protección de los derechos de los consumidores y usuarios”. Los cambios recogidos en el anteproyecto no sólo afectan a la estructura de los órganos reguladores, sino que también tiene en cuenta el sistema de nombramientos. La normativa plantea un mecanismo “homogéneo” para escoger a los integrantes de los órganos de gobierno de estas nuevas autoridades se base en criterios de “trasparencia, meritocracia, participación democrática e inexistencia de conflictos de intereses”. Precisamente el modelo de elección de los consejeros que formarán parte de estas nuevas autoridades independientes ha sido una de las claves en la negociación del Gobierno con el PSOE, en busca de su necesario apoyo en el Parlamento. Según explicó hace unas semanas el ministro de Economía, Luis de Guindos, los candidatos serán votados por la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, “por mayoría suficiente” y será valorados por una comisión de nombramientos, “compuesta por expertos independientes”.
La escisión de la CNMC llega en un momento complicado para el organismo constituido menos de cuatro años, con tres consejeros cuyo mandato caducó hace más de un año, y después de meses de enfrentamiento abierto entre el presidente, Marín Quemada, y un grupo ya mayoritario de consejeros. Además, aún está en el aire cómo atender a la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE en la que consideraba “contrario a derecho” el cese de Bernardo Lorenzo y Xabier Ormaetxea como presidentes y consejero de la CMT, en octubre del 2013, cuando se creó la CNMC.