Las ventas de coches a particulares se estancan y frenan el mercado
Las matriculaciones sólo crecieron un 0,2% en febrero gracias al canal de empresas
Los últimos datos de ventas de coches en España, los de febrero, certifican el estancamiento del canal de particulares. Con 46.742 vehículos, cayó un 0,1% respecto al mismo mes del 2016. El sector de la automoción ve con preocupación esta falta de dinamismo porque está frenando el crecimiento del mercado. El mes pasado se matricularon 97.796 turismos, tan solo un 0,2% más que en el mismo mes del 2016. Este resultado casi plano, pero positivo, se logró gracias al empuje de las empresas, que compraron 26.910 unidades, un 10,9% más. Las
rent a car, en cambio, adquirieron un 9,2% menos, 24.144, debido al efecto de Semana Santa, que el año pasado fue más temprana.
Las patronales Anfac, Faconauto y Ganvam, de fabricantes, concesionarios y vendedores, respectivamente, atribuyen este adormecimiento del canal de particulares en gran medida a la falta de incentivos económicos a la compra por parte de la Administración. Las primeras señales de alarma se produjeron en octubre pasado, cuando se registró un descenso interanual en este segmento del 2,3%. La octava –y por ahora última– edición del plan PIVE, que subvencionaba el acharratamiento de vehículos antiguos para la compra de nuevos, acabó el 31 de julio, pero sus efectos se prolongaron hasta septiembre. Y, sin él, las ventas se resienten, aseguran.
“Febrero no ha sido bueno, el mercado de particulares nota, de nuevo, la falta de estímulos para sustituir coches viejos por otros nuevos más seguros y con menos consumo”, reconoció Adolfo Randulfe, de Anfac. “Los particulares están viviendo su difícil cuesta de febrero después de la subida generalizada del precio de servicios básicos como el carburante o la factura de la luz, gas, teléfono... y , por si fuera poco, la amenaza de subida de tipos de interés está generando un efecto retractor para la compra de coches”, añadió el presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez Torres, para quien existe una “necesidad adicional de confianza en forma de plan de incentivo que permita cambiar un coche de más de diez años por uno nuevo o usado de hasta tres o cinco años”. Estas ayudas, recordó, “no tienen coste para el Estado por la recuperación inmediata de la dotación vía impuestos de los vehículos de reposición”.
“El mercado que atienden los concesionarios ha tocado techo, la falta de un plan de renovación no está haciendo aflorar compradores que, de existir dicho plan, se decidirían a cambiar su viejo coche por otro más eficiente y seguro, lo que supondría una demanda añadida de al menos un 15%”, manifestó Jaume Roura, presidente de Faconauto, a quien preocupa que el canal de particulares haya ido “perdiendo importancia a favor de los otros dos canales comercializadores”. A su juicio, “acumular matriculaciones tácticas en el canal de empresas y en el de alquiladoras es una forma artificial de mantener el mercado”.
Recientemente, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró que el Gobierno va a seguir favoreciendo al automóvil esta legislatura, y se mostró partidario de modificar la fiscalidad y los incentivos para apoyar la compra de vehículos más seguros y menos contaminantes, y penalizar los más antiguos y nocivos con el medio ambiente. Sin embargo, que los presupuestos generales del Estado se hayan prorrogado dificulta una nueva convocatoria del plan PIVE o la puesta en marcha de un programa similar.