La dieta y los hábitos de vida en el cáncer de próstata
La asociación de granada, té verde, brócoli y cúrcuma retrasa la elevación del PSA en pacientes con cáncer de próstata. En un estudio realizado en la Universidad de Cambridge, los pacientes con cáncer de próstata que decidieron no tratarse el tumor fueron divididos en dos grupos al azar; a un grupo se le administró durante seis meses una cápsula que contenía un suplemento alimenticio basado en granada, té verde, brócoli y cúrcuma, mientras que al otro grupo se le administró placebo. En los que recibieron el suplemento alimenticio, el PSA se elevó una media de 14,7%, frente a una elevación de 78,5% en los que recibieron placebo. Dado que se trata de alimentos, se debería aconsejar a todos los varones con cáncer de próstata que los incorporen en su dieta diaria. Otros estudios han demostrado que los hombres que realizan 3-4 veces por semana ejercicio físico aeróbico (caminar rápido, correr, ciclismo, natación) y de resistencia (pesas y aparatos) tienen menor probabilidad de desarrollar cáncer de próstata, y si lo desarrollan el tumor es menos agresivo que en los que no realizan ejercicio físico. El consumo excesivo de carne roja y procesada se relaciona con un aumento en la incidencia de cáncer de próstata, mientras que el consumo de pescado y omega-3 se asocia con una menor incidencia de ese tumor. Pruebas recientes muestran que una dieta baja en grasas animales y rica en frutas y vegetales (brócoli, tomates, soja, granada), junto con el consumo de té verde y cúrcuma, reduce la progresión y la mortalidad por cáncer de próstata.