¿Pueden oír todos los sordos?
La infección de oído no tratada puede derivar en perforaciones timpánicas u otitis colesteatomatosas crónicas, que deberán ser intervenidas Existe una patología relativamente frecuente, el vértigo de Ménière, que siempre deriva de una patología
El Instituto de Otología García-Ibáñez viene tratando la sordera desde hace más de 70 años, a lo largo de tres generaciones. En 1945, el Dr. Luis García Ibáñez (fundador del Instituto) recuperó la audición de un sordo otescleroso a través de una intervención quirúrgica por primera vez en España. Desde entonces, la posibilidad de que un sordo pueda recuperar la audición se ha incrementado de tal forma que casi siempre existe un tratamiento para cada persona. Sin embargo, a la utilización de la microcirugía y el láser, se han incorporado los avances en microelectrónica, de manera que hoy en día es posible tratar casi todos los tipos de sordera.
El Dr. Emilio García-Ibáñez, director del Instituto, y el Dr. Luis García-Ibáñez, subdirector y director del programa de implantes, nos lo explican.
LA OTESCLEROSIS
Es una de las sorderas más frecuentes, siempre es progresiva, afecta más a las mujeres (acentuándose con el embarazo) y solo puede recuperarse con tratamiento quirúrgico, la estapedotomía o la estapedectomía. Consiste en la extirpación del huesecillo más pequeño del oído (estribo), que se osifica e inmoviliza y que debe ser sustituido por una prótesis que permita de nuevo la transmisión del sonido.
La intervención se realiza por medio de microcirugía y láser, es de corta duración (dependiendo si se utiliza anestesia local o general) y el éxito según los cirujanos de mayor experiencia está entre el 95 y el 99%. En el Instituto GarcíaIbáñez se han realizado miles de estas intervenciones y tiene una de las mayores experiencias en Europa y el mundo.
OTITIS SEROMUCOSAS O CATARRALES
Muy frecuentes en los niños. Si no ceden con tratamiento médico, pueden necesitar una solución quirúrgica bastante sencilla. Generalmente, van acompañadas de la existencia de adenoides.
OTITIS CRÓNICAS. COLESTEATOMAS, PERFORACIONES TIMPÁNICAS
quirúrgicamente para evitar su progresión y las complicaciones que de ellas puedan derivarse en ocasiones graves. Además, en muchos casos se puede conseguir una recuperación auditiva. El tratamiento médico siempre irá acompañando del quirúrgico.
LOS AUDÍFONOS Y LOS IMPLANTES DE OÍDO MEDIO
Algunos tipos de sordera, como las neurosensoriales (vulgarmente, de nervio), solo pueden ser corregidas con los clásicos audífonos (sonotone), aunque en algunos casos existen audífonos que se pueden implantar, es decir, invisibles desde el exterior. Esto permite al paciente seguir oyendo en cualquier situación: durante el sueño, haciendo deporte, bajo el agua… Además del efecto cosmético, no tienen espacios muertos. El Dr. Luis García-Ibáñez realizó en 2006 este tipo de implantaciones por primera vez en España.
SORDERAS PROFUNDAS E IMPLANTES COCLEARES
También el Dr. Emilio García-Ibáñez fue pionero en nuestro país de esta tecnología, realizando en 1985 el primer implante, denominado House-3M. Desde entonces, la mejoría de esos implantes ha sido espectacular. Pueden realizarse en adultos sordos profundos en los que el audífono ya no es efectivo y en niños nacidos sordos, siendo, en este caso, la precocidad de la implantación muy importante para su buen resultado, requiriendo el niño, además, una buena rehabilitación fonoaudiológica.
Los últimos avances tecnológicos están permitiendo resultados espectaculares en pacientes muy sordos con la ayuda de la microcirugía, no especialmente complicada, pero con la ayuda de la última y compleja tecnología.
FUNDACIÓN DE OTOLOGÍA GARCÍA-IBÁÑEZ
La creación de la fundación, respaldada por el Instituto, ha permitido la realización de numerosos implantes cocleares en niños de países emergentes o menos desarrollados, en los que las dificultades técnicas, la complejidad y el alto coste de los implantes no les hubiese permitido acceder a ellos, sea por motivos técnicos o económicos.
Cada año, un equipo del Instituto se desplaza a esos países para realizar nuevos implantes y rehabilitar a los niños implantados anteriormente.
VÉRTIGO Y AUDICIÓN
auditiva y que normalmente va acompañada de una pérdida de audición más o menos importante y de acúfenos, aunque el problema más importante es la incapacidad que provocan los vértigos, en ocasiones muy violentos. Este último síntoma suele ser lo más preocupante para el paciente. La audición no es recuperable por medios médicos y solamente los audífonos pueden paliar este déficit. Las crisis vertiginosas pueden tratarse con inyecciones intratimpánicas de gentamicina o cortisona, o con un drenaje del saco endolinfático, aunque las soluciones más definitivas y completas se obtienen por medio de la microcirugía (neurectomía vestibular, cuando pretendemos conservar una audición útil, o laberintectomía total, cuando el resto auditivo no exista o sea insignificante). Estas dos últimas técnicas son tremendamente efectivas para la eliminación del vértigo.
NEURINOMA DEL ACÚSTICO
Es una patología del oído interno que puede llegar a ser muy grave y que entra dentro del campo de la otoneurología. Consiste en la formación de un tumor a partir del nervio de la audición o del nervio del equilibrio, o de ambos. No es un tumor maligno, pero por su localización y progresión debería considerarse. La sintomatología puede ser tardía y consiste en alguna de estas señales: pérdida auditiva, inestabilidad o vértigo y acúfenos, o todos ellos al mismo tiempo.
El diagnóstico precoz del tumor por medio de la resonancia magnética es muy importante, ya que su crecimiento es siempre intracraneal y puede llegar a afectar estructuras nerviosas intracraneales, produciendo daños más importantes que la simple pérdida auditiva.
La observación de estos pacientes y el control por medio de la resonancia magnética es aconsejable en personas de edad muy avanzada o en mal estado general. En estos casos sería aconsejable, además, la radiocirugía, pero teniendo presente que este método es solo paliativo y no extirpa el tumor, estando el paciente obligado a un reconocimiento anual durante toda su vida. En pacientes adultos o jóvenes y en buen estado general, la solución ideal es la extirpación microquirúrgica, pudiendo conservar incluso la audición en muchos casos, cuando el tumor es pequeño. Cuando el tumor crece, esta posibilidad decrece y la cirugía va encaminada a resolver el problema con el menor riesgo posible para el paciente, evitando el desarrollo del tumor, que, en su crecimiento, puede provocar lesiones más importantes. Por otra parte, la cirugía precoz disminuirá el riesgo de secuelas y siempre será mucho menos problemática, dentro de su complejidad, que si el tumor ha alcanzado grandes dimensiones.
PARÁLISIS FACIAL
Es una patología muy desagradable, por la afectación estética de los pacientes. Puede ser provocada por traumatismos, por tumores o por la simple infección del oído, bacteriana o vírica, así como por cambios violentos de temperatura (parálisis a frigore). Existen pruebas diagnósticas para ir observando la evolución de la parálisis, que en principio debe ser tratada médicamente, de no ser que la causa sea un traumatismo o un tumor (en cuyo caso la cirugía puede ser necesaria e incluso urgente).
En caso contrario, deben realizarse pruebas periódicas y observar la evolución de la parálisis. Una vez transcurrido un tiempo determinado, variable según la causa de la parálisis, puede ser necesario intervenir quirúrgicamente (descompresión del nervio en su trayecto dentro del oído) para lograr una mejor y mas rápida recuperación de la parálisis y evitar secuelas importantes o permanentes, según el caso.