Janusz Korwin-Mikke
EURODIPUTADO POLACO
El ultraderechista polaco dijo el miércoles en la Eurocámara que las mujeres deben cobrar menos que los hombres porque son “más débiles, más pequeñas y menos inteligentes”, por lo que se le ha abierto un expediente.
El ultraderechista polaco Janusz Korwin-Mikke, que sostuvo el miércoles en el Parlamento Europeo que las mujeres deben ganar menos que los hombres “porque son más débiles, más pequeñas y menos inteligentes”, puede recibir una suspensión temporal de su cargo en Bruselas pues sus declaraciones van a ser revisadas según ha ordenado el presidente del Parlamento, Antonio Tajani.
Las declaraciones de KorwinMikke, conocido por sus comentarios racistas, machistas y antisemitas, por los que incluso ha sido sancionado en el pasado, fueron pronunciadas durante el debate sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres celebrado el miércoles en Bruselas. Durante este, el diputado polaco preguntó: “¿Sabe usted qué papel ocupaban las mujeres en las Olimpiadas griegas? ¿La primera mujer griega? Se lo digo yo, el puesto 800. ¿Sabe usted cuántas mujeres hay en los primeros 100 jugadores de ajedrez? Se lo diré: ninguna”. Con estos datos argüía que, “por supuesto, las mujeres deben ganar menos que los hombres porque son más débiles, más pequeñas y menos inteligentes”.
Estas afirmaciones tuvieron la inmediata réplica de la socialista española Iratxe García Pérez que, visiblemente enfadada, respondió: “Según sus teorías, yo no tendría derecho de estar aquí, como eurodiputada. Y sé que le duele, sé que le duele y le preocupa que hoy las mujeres podamos estar representando a los ciudadanos en igualdad de condiciones como usted. Yo aquí vengo a defender a las mujeres europeas de hombres como usted”.
El comentario de Korwin-Mikke en la Eurocámara no es su primer ataque a las mujeres. El eurodiputado, partidario de la pena de muerte, lamenta que las mujeres tengan derecho a votar y pone en duda las denuncias por violación.
Algunos eurodiputados utilizan su tiempo de palabra para lanzar discursos ofensivos, sabiendo que son retransmitidos en directo con la posibilidad de difundirlos con fines propagandísticos. Por ello, desde enero, el presidente de la sesión está autorizado a cortar la emisión en caso de “lenguaje o conducta difamatoria, racista o insultante”. La controvertida medida, criticada por la Asociación de la Prensa Internacional, aún no se ha aplicado.