“Fui portero de fútbol”
Óscar Husillos, candidato a podio en 400 m, afronta su gran debut internacional
Cada vez que enciende el ordenador y revisa aquella carrera, Óscar Husillos (23) se emociona. –¿Cuántas veces la ha visto? –Unas cuantas, la verdad. Y me tiene impresionado. ¡Se impresiona mirándose a sí mismo! Se refiere a su récord de España de los 400 m en sala. Los 45s92 que registró en Salamanca a mediados de mes. La imagen que ilustra este reportaje. –¿Qué ve? –Reviso la carrera para controlar el paso de los 200 m. Llego en 21s6. Y los 300 m los paso en 33s1. Voy a tope. Piense que mi marca en los 300 m es de 32s6.
–¿Se imaginaba este récord? Lo tenía David Canal desde el 2005 (45s93).
–Cuando subí a los 400 m, sabía que tenía potencial. –¿Y por qué subió de distancia? –Porque los 200 m, que hasta ahora eran mi especialidad, han desaparecido del calendario internacional.
Los 200 m desaparecieron del calendario de pista cubierta porque tienen demasiadas servidumbres. Las posibilidades del atleta que avanza por las calles interiores son mínimas. Se enfrenta a curvas extraordinariamente cerradas. Y no puede aprovechar la inercia de los peraltes. Quienes corren por las calles cinco y seis bajan disparados.
En octubre, Óscar Husillos y su entrenador, Luis Ángel Caballero, se sentaron para tratar el asunto.
“Podemos preparar los 400 m, a ver cómo sale. Si funciona, entonces fantástico. Y si sale mal, no pasa nada: habremos podido trabajar la base para los 200 al aire libre, que vienen en el verano”. Eso le dijo el entrenador. Y Óscar Husillos aceptó el reto. –Y ya me ve. En la pista del Campo de la Juventud (Palencia) –dice Husillos–, sintiéndome mediofondista. Tragándome un montón de series de 300 m. Y otro montón de 500 m. He llegado a hacer seis series de 500 m a 1m25s con apenas un minuto y medio de recuperación. Acabo una serie, corro 100 metros para atrás y vuelvo a salir. Yo, que siempre he sido un velocista... –¿Y cómo lo lleva? –Ha habido días malos, días en los que he sufrido mucho. En esas ocasiones, necesitaba motivarme especialmente. Mientras sufro, me digo que todo saldrá bien. Y hay otros en los que, directamente, no he acabado el trabajo. Ese día sentía que no iba bien. Y que no iba a acabar bien...
Los resultados hablan. El salto ha valido la pena. Husillos nunca brilló especialmente en los 100 m. Tiene 10s80. –Siempre se me ha atragantado. Y nunca ha tenido un ascendente internacional en los 200 m: 20s92. Pero en los 400 m... En esta distancia sólo ha disputado cinco carreras. Y hoy, en la primera ronda de los Europeos en sala de Belgrado (arranca a las 10.20h), aparece con la segunda marca europea del año. Sólo le supera Pavel Maslak, que está en 45s80.
–¿No se siente presionado? Es su gran debut internacional (sólo había corrido el relevo 4x100 del Europeo de Amsterdam, el verano pasado)
–Un poco. Pero por ahora soy el segundo de Europa. Bendita presión. –¿Y si falla? –Igual pago la novatada, pero no tengo miedo. –¿Y quién le puso a correr? –Yo venía del fútbol. Jugaba en el Astudillo, el equipo del pueblo (alrededor de mil habitantes, a 30 kilómetros de Palencia). Ahí estuve hasta tercero de la ESO. Era el portero, ¿sabe? –(...) –Y bastante bueno, por cierto. El colmo de un velocista.
Había atletismo en la familia. Un tío corría. El hombre se lo llevaba a las carreras populares. Óscar Husillos fue entrando. Fichó por el club Atletismo Puentecillas. Vinieron carreras de cross, de 1.500 m. Algún 3.000. Un día probó los 1.000 m. Iba regular, pero aceleró al final y marcó 26s en los últimos 200 m.
–Mi entrenador entendió que no valía para el fondo. Lo mío era la velocidad.
EL GRAN SALTO “En pista cubierta, los 200 m ya no existen: tuve que subir de distancia para poder competir”