El Chispitas y el Mago Eléctrico
Mis hijos ya están en arena seis. Bueno, a veces bajan a arena cinco o incluso descienden a arenas inferiores. Pero me dicen que lo hacen sólo para trolear… Les dejo poco el móvil (Clash Royale es el premio al “todo en orden” del final del día), aunque exprimen el tiempo al máximo en su intento de escalar a arena 10, un paraíso, me cuentan, plagado de cartas legendarias. Mis traductores en todo este lío son Carlos y Paula, los estudiantes de Comunicación e Industrias Culturales con quienes convivo en la redacción desde hace unos meses (rezo para que no se les acabe nunca la beca). Han conseguido lo que parecía imposible: que entienda en todo momento de qué me hablan mis hijos, mucho más adelantados que yo en mi interés y conocimientos digitales, y sorprendentemente al día de todos los absurdos que de repente se ponen de moda sin que una tenga tiempo de ver de dónde salen. Al principio de nuestra relación profesional, ellos, mis traductores, me orientaron sobre el origen del dab con que muchos futbolistas celebran sus goles.
También me descubrieron la autoría del horror de la minicanción que no me saco de la cabeza y reza así (y sólo así): “I have a pen, I have an apple. Uh! Apple-pen. I have a pen, I have pineapple”. Con su ayuda identifiqué al líder viral conocido como Pero Pikotaro y supe también a tiempo que el pinaple ya no se lleva porque ahora el pirado japonés triunfa con I like OJ, es decir, Me gusta el zumo de naranja. Tuve la tentación (o la necesidad, ya no lo sé) y acepté ver el nuevo vídeo: así me he convertido en una más de los tres millones de internautas que han entendido que si Pikotaro antes bailaba las gracias de la piña, en su nuevo ¿trabajo? rechaza zumos de todo tipo: de uva,de zanahoria... Y cuando llega el turno del jugo de naranja, explota en un baile surrealista.
Por fortuna mis traductores también me han ayudado a entender el mundo Clash Royale del que hablaba al principio y que es cada vez más importante en mi casa. Ayer mismo, digiriendo aún la goleada del Barça, me explicaron el misterio de las cartas legendarias. Tomad nota si tenéis hijos en primaria, esto es un resumen del tutorial que recibí sobre el jueguecito de cartas y cofres que invade los smartphones de tanta mamá desesperada. El Chispitas viene a ser un Rafinha, parece que no está, pero es imprescindible. Resolutivo. El Messi de Clash Royale es el Mago Eléctrico y Suárez, el Leñador. Luego está la horda de esbirros, seis atacantes voladores, rápidos y desarmados que serían los hombres de Simeone el pasado domingo. Y lo más importante, lo de perder de vez en cuando está bien. Eso es trolear: bajas de arena para dar una imagen de debilidad y ¡zas en toda la boca!, en dos batallas vuelves arriba de todo. Entonces dices que tienes suficiente. Y te largas. Como Luis Enrique.
‘Trolear’: vas de débil y ¡zas en toda la boca!, en dos batallas vuelves arriba de todo, y entonces vas y te largas