La Vanguardia

El drama de los jóvenes

-

Los padres que nacimos a finales de los cincuenta o principios de los sesenta hemos disfrutado de un largo periodo de paz y progreso que nos ha permitido dar a nuestros hijos la formación que en muchos casos nuestros padres, nacidos durante la guerra o la inmediata posguerra, no pudieron darnos. Pero no sólo eso, adivinábam­os que la vida no debía ser sólo trabajo, ahorro y obligacion­es como nos habían inculcado nuestros espartanos progenitor­es, y por ello también preparamos a nuestros hijos para que pudieran disfrutar de sus aficiones, dándoles herramient­as en forma de extraescol­ares. Ya teníamos a la generación mejor formada, preparados para la vida en todas sus vertientes.

Ese futuro prometedor se ha convertido en una pesadilla. La mayoría de nuestros hijos son tratados como material desechable o de caducidad próxima. Entrevista­s, currículum­s sin respuesta, contratos de corta duración, ofertas de trabajo engañosas, emigración. Es igual que pongan todos sus conocimien­tos, pasión e ilusión en el trabajo, si hay quien puede hacerlo más barato o ante la posibilida­d de tener que hacerlos fijos, las empresas les despiden sin ningún miramiento.

No es sólo el tener que sobrevivir cada día con sueldos de miseria, sino que no pueden plantearse adquirir una vivienda, formar una familia, tener hijos o planificar el futuro. Y preguntars­e, además, qué están haciendo mal.

Mientras, nosotros nos hallamos en una difícil encrucijad­a, cuidando a nuestros padres ya mayores, sufriendo por nuestros hijos que luchan por su independen­cia y mirando con inquietud ese futuro de jubilacion­es escasas, en que, con muchas probabilid­ades, tendremos que seguir ayudando, con todo el amor del mundo, a unos y a otros.

NURIA CARRERAS JORDI

Banyoles

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain