Luz verde a la Granvia soterrada hasta Bellvitge
El proyecto que supuso la construcción de la plaza Europa prosigue con la colaboración público-privada
La última gran reforma urbanística de l’Hospitalet de Llobregat necesitará tres fases para completarse. De momento, la Generalitat y el Ayuntamiento de la segunda ciudad de Catalunya se han puesto de acuerdo para llevar a cabo la segunda. El soterramiento de la Granvia hasta el hospital de Bellvitge consiguió ayer el aval definitivo del Govern con la aprobación del plan de director urbanístico (PDU) Granvia-Llobregat. Este proyecto que empezó con la reforma de la plaza Europa, que ahora alberga a la feria de tecnología móvil más importante del mundo y sedes de multinacionales, se completará con una tercera fase el día que Ministerio de Fomento oculte las vías del tren.
La segunda fase aprobada ayer soterrará 1.000 metros de la Granvia, hasta llegar al hospital de Bellvitge. De esta manera se unirá de forma afable este hospital con el Duran i Reynals. En este entorno se prevé la instalación de diversas empresas hasta forjar un clúster biomédico. Se espera crear 20.000 puestos de trabajo. Además, se construirá un gran parque público en la zona de Can Trabal –ahora es el último espacio agrícola de la ciudad y desaparecerá– que finalmente tendrá 30 hectáreas de extensión (tres más de las previstas) tras las alegaciones de la asociación de vecinos de Bellvitge.
“Es una apuesta estratégica del en torno metropolitano”, aseguró ayer el conseller de Territori, Josep Rull. “Una gran puerta de entrada a Barcelona”, añadió. “Ofrecemos oportunidades de trabajo para la ciudad y el área metropolitana”, indicó la alcaldesa, Núria Marín.
Se requerirá una inversión de 176 millones para unas obras que se espera que comiencen en el 2018. Serán costeadas con fondos de los privados que creen negocio en el lugar, como se hizo con la plaza Europa. Además de empresas biomédicas, también se esperan hoteles o residencias de estudiantes, pero nunca bloques de pisos. “El Ayuntamiento y la Generalitat no pondrán ni un euro, y es viable”, zanjó Marín.
El proyecto no tiene el consenso de todos los partidos de l’Hospitalet y fue retirado del orden del día del último consejo del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), presidida por Ada Colau. La oposición congrega a entidades ecologistas como SOS Delta del Llobregat o Depana, que presentará un contencioso, pero es la asamblea No Més Blocs–Salvem l’Hospitalet, que presentó 1.000 alegaciones, la que ha liderado la protesta en la calle. Denuncian que se ha ideado “en los despachos, de espaldas a la ciudadanía” y temen que fomente la gentrificación y que se vuelva a la “especulación”. Asimismo, se oponen a la desaparición del último reducto agrícola de l’Hospitalet.
El soterramiento se completará cuando el Ministerio de Fomento oculte las vías del tren