Cuenta atrás con ambición
Luis Enrique se declara aliviado tras anunciar su adiós y se centra en un final de temporada “apasionante”
Al término del entrenamiento de ayer, Luis Enrique entró relajado en la sala de prensa de la ciudad deportiva Joan Gamper para ofrecer la preceptiva conferencia previa al partido contra el Celta. La expectación mediática era máxima y, a diferencia de otras comparecencias, el entrenador apareció sonriente. Incluso soltó una sincera carcajada cuando le preguntaron quién va a echar más de menos a quién: él a la prensa o la prensa a él. Es evidente que el miércoles se sacó un peso de encima al anunciar que dejará el banquillo al final del curso. “Me siento un poco aliviado, podría ser –admitió–, y focalizando la atención en este final de temporada, que puede ser apasionante por lo que significa y por las posibilidades que tenemos”. Hoy, en el Camp Nou contra el Celta, arranca la cuenta atrás de la era Luis Enrique al frente de un Barça que pondrá el juego el liderato por primera vez desde la primera jornada del campeonato.
El técnico no cree que su anuncio pueda empeorar el rendimiento del equipo. Ayer faltaban exactamente tres meses para el último partido de la temporada, la final de la Champions en Cardiff, y Luis Enrique insiste en que no hay nada perdido, que el enfrentamiento contra el Celta forma parte del proceso “para llegar en las mejores condiciones al partido contra el PSG” del miércoles. Aunque son dos equipos muy diferentes –el francés presiona de manera colectiva y el gallego lo hace de forma individual–, lo que pretende el técnico es consolidar una dinámica ganadora. El Celta es el último adversario que batió al Barcelona en el campeonato, en la séptima jornada en Balaídos en una función frenética en la que los locales se adelantaron 3-0 en la primera parte y los visitantes acariciaron la remontada en la segunda. “Las veces que nos han ganado –los últimos dos duelos en Balaídos– ha sido jugando bien a fútbol. Normalmente los que nos intentan ganar ha sido haciendo trampas. Trampas quiero decir poniendo trabas. El Celta siempre ha sido jugando bien”.
Luis Enrique se declara obsesionado con mantener los objetivos iniciales durante sus últimos tres meses en el club, pero no participará en el diseño de la plantilla de la próxima campaña. “Quedaré al margen claramente”, afirmó, y precisó que su despedida es “una decisión personal y privada” que no atañe a los miembros de su staff. Con esto, aunque buena parte de su equipo también hará las maletas, quiso mantener con vida la posible candidatura de Juan Carlos Unzue, su segundo y responsable de muchos de los mecanismos tácticos y estratégicos.
La entrada en el mercado de un profesional con grandes opciones de convertirse en el primer entrenador del Barcelona con tres dobletes no ha pasado desapercibida entre las élites. Un periodista británico rescató una frase del pasado de Luis Enrique –“Me gustaría entrenar en Inglaterra, pero mi mujer no aguantaría el mal tiempo”– que el técnico ayer no quiso ratifivestuario car: “No sé lo que va a suceder en el futuro, no lo puedo vaticinar. Lo que sí se es que mi mujer probablemente no me aguantaría un año en casa. Seguro que el mal tiempo lo aguantaría”. Traducción: el asturiano que hace unas semanas insinuó que la temporada que viene no entrenaría si decidía dejar el Barça está ahora abierto a las oportunidades, y las mejores en términos económicos, deportivos y de notoriedad están en la Premier.
El técnico reafirmó que es la fatiga la causa de su adiós. Dijo que, a diferencia de otros entrenadores, él no sabe desconectar del trabajo ni del objetivo de la perfección: “Tengo muchas cosas que mejorar, soy muy autocrítico conmigo mismo. Esta es una de las causas de ese desgaste”. Mientras Guardiola aludió, además del cansancio, al deterioro de las relaciones en el para argumentar su despedida, su último sucesor afirma que este asunto no tiene nada que ver: “La situación actual es ideal en el vestuario. La decisión es personal y por lo que he comentado, no porque nos vayamos a hacer daño con los jugadores. Al revés, con el paso de las temporadas creo que tengo mejor relación con los jugadores”. Comienza la cuenta atrás de la era Luis Enrique y, de la misma manera que pretende evitar que el descontrol que incita el Celta impere hoy en el Camp Nou, la estabilidad prevalezca en el tramo final de su trayectoria.
El Barça pone hoy en juego el liderato, contra el Celta, por primera vez desde la primera jornada
El técnico busca una inyección anímica para afrontar el miércoles el gran reto ante el PSG