Moreno vs. Castillejo
Gerard y Samu analizan la visita del Espanyol a La Cerámica
Sant Adrià de Besòs
Dos meses bastaron para que se convirtiesen en amigos para toda la vida. Gerard Moreno y Samu Castillejo coincidieron en la pretemporada del Villarreal del verano del 2015, cuando el malagueño fichó por el club groguet después de despuntar en un Málaga ya muy venido a menos y antes de que el catalán volviese al club donde se formó. A lo largo de estas dos temporadas han crecido como jugadores para llegar a firmar sus mejores registros, cada uno por su lado, aunque el WhatsApp sigue siendo el nexo de unión de estos caminos cruzados.
“Era mi primera experiencia fuera de casa y congenié muy bien con él, que conocía el club perfectamente. Tuvimos muy buena sintonía y aún la mantenemos”, explica el malagueño desde Vilareal, donde se ha convertido en vecino ilustre. De hecho, en el único jugador del primer equipo que reside en el municipio para darse el lujo de poder ir a pie al ahora estadio de La Cerámica.
“Allí mantengo muchos amigos como Samu, con los que estoy en contacto, ¡pero que quede claro que en el campo serán rivales!”, advierte el ariete españolista. A Samu y al resto les desea lo mejor “después de nuestro partido”. Los destinos del andaluz y el catalán no sólo se cruzaron en la Plana Baixa. Ambos saben lo que es acudir al rescate del club donde se convirtieron en futbolistas.
En el caso del malagueño, después de que la aventura de un inversor extranjero empezase con demasiadas prisas. En el del vallesano, antes de que Chen iniciase su proyecto con más calma, apoyándose en jugadores que, cómo él, saben lo que es luchar por un proyecto sin más aspiraciones que la salvación y, aun así, darlo todo. “Es un tipo fantástico que se merecía un proyecto como el que ha iniciado el Espanyol, pero que conste que este partido lo vamos a ganar nosotros”, bromea Castillejo sobre su amigo.
Que las cosas fuesen mal en el Málaga permitió que un mediapunta que brillaba en el Malagueño y que ya había llamado a la puerta de la selección española sub-17 tuviese la oportunidad de debutar en Primera con 19 años para consolidarse en el primer equipo y dar el salto a un proyecto europeo en sólo un año.
Que el Espanyol se quedase sin un referente como Sergio García abrió la puertas a Moreno para volver, convirtiéndose en el primer fichaje del club tras años de cesiones y todo tipo de apaños, aunque el Villarreal aún tiene el 50% de sus derechos federativos.
“Ya sabemos cómo es el fútbol. Yo salí del Málaga por lo que todo el mundo puede suponer, pero recalé en un proyecto maravilloso y ambicioso. Justo cuando Gerard se fue en una situación muy diferente y a un equipo que entonces necesitaba un referente. Ha vuelto a casa, las cosas le han ido bien y me alegro muchísimo por él”, explica Castillejo, que dejó 10 millones en las maltrechas arcas malaguistas. Por la mitad de Moreno el Espanyol pagó poco más de un millón y ahora no alcanza un acuerdo con un Villarreal ambicioso también en los despachos.
El rendimiento del ariete en el Espanyol no podía haber sido mejor. Con diez goles firma sus mejores números como goleador en Primera, es el pichichi de la plantilla y el único que ha jugado las 25 jornadas de Liga. “Todo esto es porque el míster me da mucha confianza y así es más fácil jugar”, explica un jugador en quien el españolismo tiene toda su confianza. Su imagen, de niño, abrazando a Tamudo en la celebración de un gol pesa. “Espero que sólo por un día se le pare la racha”, le desea con gracia su amigo Samu.
CRUCE DE CAMINOS “Yo me fui de un Málaga necesitado de dinero y él se fue a un Espanyol que necesitaba un referente”