Yellen da casi por segura una subida este mes de los tipos de interés
No sólo es la presidenta de la Reserva Federal. Desde ayer, Janet Yellen es la spoiler en jefe de la Fed. La máxima responsable del banco central estadounidense aniquiló durante su charla en Chicago las especulaciones al dar casi por segura la subida de los tipos de interés en la reunión que el comité de gobernadores de la Fed mantendrá dentro de un par de semanas.
Su declaración fulminó ese juego de apuestas en que se ha convertido cada uno de esos encuentros. Así, mientras unos aseguraban que se produciría el tercer incremento desde diciembre del 2015 –el segundo se acordó un año después y el precio del dinero quedó entre el 0,5% y el 0,75%–, otros analistas sostenían que esperaría a una próxima cita. Los mercados han estado al albur de la incertidumbre.
Ya no, por lo que se desprende de sus palabras. “En la reunión de este mes –aseguró Yellen este viernes– evaluaremos si el empleo y la inflación continúan evolucionando en línea con nuestras expectativas, caso en el que un ajuste en los tipos será lo más apropiado”. El encuentro se celebrará el 14 y el 15 de marzo.
Su afirmación se interpretó como una decisión de facto a la vista de una economía mejorada, una inflación sostenida y la posibilidad de un mayor gasto federal y una rebaja de impuestos según se desprende de la Administración Trump. Estas circunstancias hacen que los responsables de la Fed no parezcan tener dudas sobre la decisión monetaria.
“La economía ha alcanzado esencialmente la porción de empleo que establece nuestro mandato y una inflación cerca del objetivo del 2%”, señaló Yellen. El índice de desempleo se situó en enero en el 4,8%, dos décimas por debajo de lo que la Reserva Federal califica de mercado saludable.
También subrayó que “se atisba un crecimiento moderado de la economía, al tiempo que los riesgos que vienen del exterior parecen haber retrocedido”.
La presidenta de la Fed insistió en que esto será así en ausencia de “nuevos acontecimientos” que amenacen el pronóstico. Su intervención no hizo más que seguir la línea de los pronunciamientos realizados por los líderes de los bancos de San Francisco y Nueva York.