El termómetro de los bufetes
El consumo de cemento anticipa el comportamiento de los ciclos económicos: si baja mucho, suele ser sinónimo de que se aproxima una recesión; si sube, quiere decir que el fin de la crisis está cerca. Pero hay otros indicadores fidedignos de la marcha de la economía. Uno de ellos es la actividad en torno a los despachos de abogados. Cuando están animados, cuando se deciden a moverse, realizar fichajes y lanzar nuevos proyectos, trasladan un mensaje de optimismo. Como ahora. Aunque algunas operaciones llevaban tiempo fraguándose, en los primeros meses del 2017, el sector legal no ha dado tregua. Cuatrecasas, el mayor despacho de Catalunya y uno de los mayores de España, ha inaugurado por fin su flamante nueva sede; Roca Junyent, toda una referencia en Barcelona, ha remodelado su estructura, en la que Joan Roca acaba de asumir la presidencia; Baker McKenzie Barcelona cuenta desde enero con nueva socia directora, Montse Llopart. Y, hace tan sólo unos días, el despacho barcelonés Global Abogados adoptó el nombre de Andersen Tax & Legal e hizo público lo que era un secreto a voces: su integración en la red internacional que, en el caso de España, estará pilotada desde Barcelona. Al margen de lo anterior, los KPMG, EY, PwC y Deloitte son un hervidero de fichajes. Y otro tanto les ocurre a Garrigues, Gómez Acebo & Pombo y otros. El movimiento se demuestra andando y los abogados van por delante.
Los abogados no paran y eso es una muestra del buen estado de la economía