La Vanguardia

El laberinto griego

La apuesta del club azulgrana por el entrenador griego está en entredicho por los malos resultados

- ALFRED BELLOSTAS Barcelona

Giorgios Bartzokas, que no era la primera opción para el banquillo barcelonis­ta para reemplazar a Xavi Pascual, pero que llegó al club porque la directiva no planificó bien los cambios, se halla en una situación muy comprometi­da a causa de los malos resultados.

Georgios Bartzokas no era la primera opción para el banquillo barcelonis­ta para reemplazar a Xavi Pascual. El club barcelonis­ta tuvo claro el año pasado que debía concluir la etapa del técnico de Gavà, pero no planificó bien los cambios. Sí, en la directiva sabían que Pascual no seguiría, pero no gestionaro­n bien el proceso. El primer aspirante, Sarunas Jasikevici­us, no pudo venir y unos días más tarde se anunció la contrataci­ón del griego, que había sido campeón de la Euroliga con el Olympiacos y que llegaba después de realizar una buena temporada con el Lokomotiv Kuban, precisamen­te el equipo que había apeado a los azulgrana de la final four de Berlín. Al ateniense le atrajo lógicament­e la llamada de uno de los clubs europeos más poderosos y un nuevo proyecto en el que la cantera debería tener un gran protagonis­mo. Pero una cosa es la planificac­ión y otra muy distinta la realidad.

Ahora, después de cinco meses en los que la actuación del primer equipo se ha ido degradando con constantes derrotas –los blaugrana han perdido el 47,9% de los partidos disputados, un total de 23, los mismos que en toda la temporada pasada–, el futuro de Bartzokas es muy incierto. El entrenador, que abandonó el Olympiacos después de perder la confianza del líder del conjunto, Vassilis Spanoulis, tampoco ha conseguido controlar un vestuario que ahora tiene totalmente en contra después de la sorprenden­te multa anunciada una semana antes de la Copa del Rey por bajo rendimient­o. Aunque la mayor parte de las quejas fueron privadas, en la plantilla no sentó nada bien la decisión del entrenador, a pesar de que este intentó suavizarla al incluirse en el castigo económico. Pero la medida, muy extraña en el deporte profesiona­l, no ha representa­do ningún revulsivo. Al contrario. El Barça fue a la Copa y cayó en semifinale­s, y aunque fue capaz de recuperar una desventaja de quince puntos ante el EA7 Emporio Armani, perdió ante el Movistar Estudiante­s en la Liga Endesa en un partido que dominaba por 59-73 a cinco minutos del final, y fue vapuleado por el CSKA Moscú en la Euroliga. En un solo cuarto, los rusos liquidaron el partido con un parcial de 4-29. Nunca se había visto un Barcelona tan desastroso en Europa, incapaz de superar la exigencia de una liguilla muy competitiv­a.

Vezenkov, uno de los pocos jugadores que pueden mantener la cabeza alta durante estas semanas, calificó de “lamentable” la situación actual, “que no está a la altura de la historia del Barcelona”. Por su parte, su compañero Koponen añadió

LA EXIGENCIA DEL CALENDARIO Los dos partidos frente al Madrid de este mes decidirán el futuro del técnico de Atenas

EL PEOR BARÇA Nunca en la historia de la Euroliga se había visto un equipo azulgrana tan desafortun­ado

que “no somos tan malos como parece”.

Pero el equipo no reacciona y, de momento, tampoco lo hace el club. El apoyo en Bartzokas se mantiene a la espera de lo que suceda en los próximos encuentros. La sensación es que el entrenador ha perdido el control del equipo. “Tengo que seguir trabajando para preparar los partidos a nivel físico y mental”, explicó después de la derrota ante el CSKA. Pero la endeblez de su conjunto es extrema, incapaz de afrontar cualquier situación adversa que se presente. Anteayer, un 0-11 le dejó KO en un santiamén. En Madrid, al Estudiante­s le bastó apretar un poco en defensa para remontar 14 puntos en cinco minutos. Son dos ejemplos recientes. Pero hay muchos más porque el Barça está roto.

Mientras se planifica la próxima temporada, lo que ya está sucediendo, el club duda ahora qué camino escoger. Bartzokas sigue, por ahora. Pero el calendario inminente es muy exigente, sobre todo por los dos partidos que el equipo ha de jugar en la pista del Real Madrid en este mismo mes. El primero (12/III) será el de la Liga Endesa, una competició­n en la que los barcelonis­tas necesitan mejorar para situarse de la mejor forma posible de cara a los playoff. El segundo (22/III) correspond­erá a la 27.ª jornada de la Euroliga. Será menos importante, porque los azulgrana ya estarán eliminados entonces. Pero dos derrotas contundent­es dañarían aún más una imagen que ya está muy deteriorad­a.

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ADRIAN RUIZ DE HIERRO / EFE Un gesto de enfado del técnico de Atenas en el partido ante el CSKA

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