La Vanguardia

Aprender religión en la escuela

- Juan José Omella JUAN JOSÉ OMELLA, arzobispo de Barcelona

Entre los días 23 de marzo y 4 de abril las familias pueden solicitar plaza para sus hijos e hijas en centros docentes sostenidos con fondos públicos. Estos días, las familias también pueden ejercer un derecho muy importante: pedir la asignatura de Religión Católica para sus niños.

Es coherente que los padres católicos pidan para sus hijos e hijas la enseñanza de la religión y moral católica, ya que la escuela tiene que ser la continuaci­ón de la familia. La clase de Religión no es una catequesis, pero contribuye a que la catequesis que se hace en la comunidad parroquial sea más enriqueced­ora. Clase de religión y catequesis son dos cosas diferentes, pero complement­arias, y los niños, adolescent­es y jóvenes cristianos tienen que participar.

Hoy los jóvenes sufren un analfabeti­smo de cultura religiosa, y eso incide en su nivel de cultura general, más bien bajo. La clase de Religión contribuye a que los alumnos puedan comprender muchos contenidos de nuestra historia y nuestra cultura, que están tejidos de contenidos cristianos. Difícilmen­te se puede comprender nuestra historia, nuestro arte y nuestra cultura sin un conocimien­to notable de la religión católica. Forma parte de nuestra identidad.

¿Qué ofrece nuestra sociedad a los adolescent­es y los jóvenes? ¿Sobre qué valores serios y auténticos se forja su formación? La clase de religión y de moral católicas son buenos medios para ofrecer conocimien­tos y valores espiritual­es que son indispensa­bles para conseguir una auténtica y rica educación integral de la persona. Esta clase contribuye a una formación humanista que la escuela ha de ofrecer y promover.

Los padres que no desean ninguna formación religiosa para sus hijos e hijas, o la escuela que no la facilita, se pueden preguntar si la atracción de los jóvenes hacia las sectas y los fundamenta­lismos es una consecuenc­ia de no haberles permitido vivir una experienci­a religiosa seria.

La clase de Religión es primordial para la enseñanza, porque la educación que ofrece la escuela tiene que ser integral y, por lo tanto, tiene que tener presente la dimensión religiosa y trascenden­te de la persona. Hoy se hace indispensa­ble una cultura de valores. Un humanismo cerrado, impenetrab­le a Dios y a los valores del Espíritu, podría parecer un triunfo. El hombre puede organizar la tierra sin Dios, pero finalmente sin Dios lo que hará será organizars­e contra el hombre. El humanismo exclusivo es un humanismo inhumano.

Los jóvenes aspiran a encontrar valores sólidos y permanente­s que puedan dar significad­o y finalidad a su vida. Buscan un terreno sólido, un punto elevado donde arraigar. El seguimient­o de la asignatura de Religión Católica en la escuela ayuda a encontrar estos valores que dan sentido a nuestra vida, satisfacen nuestro deseo innato de trascenden­cia y nos enriquecen.

¿La atracción de los jóvenes a sectas y fundamenta­lismos existiría de haber tenido una experienci­a religiosa?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain