Las sensaciones se quedan cortas
El Espanyol cae ante un Villarreal que aprovechó dos acciones aisladas para frustrar el control blanquiazul
Las buenas sensaciones que destiló ayer el Espanyol ante un equipo de la zona alta como el Villarreal no le sirvieron de mucho. Los blanquiazules cayeron en el estadio de la Cerámica ante un Villarreal que sólo necesitó dos acciones en las que tuvieron la fortuna de su parte para doblegar a un rival que salió a dominar el balón y que disputó minutos de buen fútbol, pero que fue incapaz de transformar su dominio no ya en goles, sino en ocasiones claras. Los blanquiazules dieron un paso atrás en sus aspiraciones europeas.
Había advertido Quique Sánchez Flores en la previa que el partido de ayer sería muy diferente al de Vigo por las características del Villarreal y planteó hasta un esquema diferente, disponiendo sobre el césped un 4-2-3-1 con un solo hombre en punta –Gerard Moreno– y un centro del campo de toque con David López y Marc Roca en el doble pivote, devolviendo al aún jugador con dorsal de filial una titularidad que perdió hace ya cuatro meses tras la victoria del Villamarín y haciendo debutar en el once inicial a Melendo para hacer las veces de Hernán Pérez, ayer en el banquillo. No faltó de entrada, sin embargo, uno de los hombres claves del Espanyol en lo que va de campaña: Piatti.
Y el guion del partido, como preveía el técnico, fue muy distinto al de Balaídos, ya que los locales no demostraron ser superiores a los blanquiazules en todo un primer tiempo que se disputó de poder a poder sin ocasiones claras hasta el final, cuando Soriano abrió el marcador en el último minuto. Antes, Diego López sólo había sufrido por un libre indirecto que De Burgos Bengoetxea quiso ver en un pase atrás de Marc Roca desviado por Bakambu en el 27 y, ya al final en una buena combinación entre Bruno, el propio Bakambu y Soldado que el meta gallego tuvo que salvar bajo palos ya en el 44. En la réplica, Jurado estuvo a punto de sorprender a Andrés Fernández en un gran pase de la muerte de Gerard Moreno. Piatti por dos veces y Jurado habían ya amenazado la meta local.
Pero el marcador no se abrió con brillo, sino con una acción local de suerte y sobre el crono. Tras un primer intento frustrado, Mario pudo sacar un centro desde la línea de fondo que Soriano remató con la rodilla. Para añadir polémica a la acción, Bakambu estaba en fuera de juego cuando Mario metió en balón en primera instancia al corazón del área. Poco más deparó ese primer periodo de escaso control local y en el que el Espanyol salió con comodidad con el balón jugado, aunque sin conseguir llegar con claridad al área grogueta.
Como en Vigo, al Espanyol le volvía tocar remar a contracorriente en el segundo tiempo. Y pese a que en el primer minuto Bakambu ya alertaba con un disparo que se iba desviado por la escuadra izquierda de Diego López, Sánchez Flores decidió quemar sus naves y sacar a Caicedo para jugar de nuevo con dos puntas. Aunque para ello sacrificó a Piatti y reubicó a Jurado en la banda izquierda. Una apuesta tan arriesgada como controvertida. Aunque aún más lo fue la sustitución de Javi López por Hernán, que ocupó el lateral derecho en los últimos 15 minutos de partido.
El caso es que el Espanyol se convirtió en el dueño del balón en ese segundo periodo, aunque de nuevo sin llegar a amenazar el área de Andrés Fernández. Fue el Villarreal quien, a la contra, sentenció el partido, en una nueva acción en que la fortuna se alió con el equipo local. Diego López respondió con una buena parada a un disparo exterior de Trigueros. El rechace cayó en los pies de Bakambu, quien volvió a rematar para encontrarse como aliados el palo y la cabeza de meta local, que acabó encajando el 2-0 definitivo ya en el minuto 81.
Poco podía hacer ya un Espanyol que volvió a ver cómo el control del balón no asegura la victoria. Las sensaciones volvieron a ser buenas, el proyecto de Quique Sánchez Flores sigue haciendo camino, Pero eso, ayer, sirvió de bien poco.
Melendo debutó como titular y Marc Roca volvió al once cuatro meses después, pero no fue su partido Arriesgó Sánchez Flores sustituyendo a Caicedo por Piatti y a Hernán por Javi López, pero fue en vano