Los furtivos asaltan el zoo
Había sucedido cientos de veces, pero nunca en Europa. El lunes por la noche, un grupo de cazadores irrumpieron en el zoológico de Thoiry (Yvelines), a sólo 40 kilómetros de París, para matar y cortarle el cuerno a uno de sus tres rinocerontes blancos. Los criminales forzaron una de las vallas de la reserva africana del zoológico, dispararon tres tiros en la cabeza del animal y le arrancaron uno de sus dos cuernos con una sierra eléctrica.
La víctima se llamaba Vince y había nacido hace 4 años en el Burgers’ Zoo de Arnhem, en Holanda. Su cadáver fue encontrado a las nueve de la mañana por su cuidadora, que está “muy apegada” a los animales y “profundamente afectada” por su muerte, cuenta el zoo de Thoiry. Vince vivía desde el 2015 en este zoológico, conocido por su parque safari que sólo puede visitarse en coche. Los otros dos rinocerontes blancos, Gracie, de 37 años, y Bruno, de 5, pudieron escapar a la masacre.
“Pesaba dos toneladas, era dinámico, estaba en plena forma”, informó a Afp el director del parque, Thierry Duguet. “Todos estamos bajo el shock, los cuidadores, los veterinarios...”.
El cuerno robado, de unos 20 centímetros de largo, puede valer entre 30.000 y 40.000 euros en el mercado negro. El segundo cuerno, algo más pequeño, estaba parcialmente serrado, lo que según el zoológico indica que los criminales “estaban desorganizados o sus herramientas no eran de buena calidad”. Tras perpetrar la matanza, escaparon sin problemas.
La policía ha iniciado una investigación que prevé complicada, aunque las diez personas al mando “van a tratar el caso como si fuese un humano”, dijo un responsable a la agencia francesa. La autopsia de Vince deberá permitir extraer las balas de su cabeza para identificar el tipo de arma utilizada y seguir su pista hasta hallar a los culpables. “Seguramente hay una red detrás. Es muy probable que el cuerno haya sido vendido antes de haber sido robado, ocurre algo parecido con los cuadros”, agregó la fuente policial. Deberán trabajar rápido: si no, “en tres días el cuerno ya está en China”. El cuerno de los rinocerontes blancos está hecho de queratina, el mismo material que forma las uñas y el pelo de los humanos. Es especialmente preciado en China y Vietnam, donde se exhibe como un “objeto de lujo o un símbolo de estatus, o se tritura hasta convertirlo en polvo para usarlo en la medicina tradicional china”, advierte Save The Rhino, una organización internacional dedicada a la conservación de este mamífero en peligro de extinción. En las culturas asiáticas se cree equivocadamente que el cuerno puede curar el cáncer y tiene propiedades afrodisiacas.
La alta demanda en Asia lo ha convertido en un objeto preciado que se vende a unos 51.000 euros el kilo, aproximadamente el doble del precio del oro. En el 2007, 13 rinocerontes blancos fueron cazados furtivamente en África. En el 2011 fueron 448, en el 2014 aumentaron hasta 1.215 y en el 2015 abatieron a 1.175. Es la primera vez que un animal es atacado en un zoo, pero varios museos, casas de subastas y colecciones privadas ya han sufrido robos de cuernos.
Vince pertenecía a la subespecie de los rinocerontes blancos del sur, que estuvo a punto de ser extinguida en el siglo XIX, cuando apenas quedaban entre 20 y 25. Hoy en día el número de ejemplares ha crecido hasta los 20.000.
Los cazadores entraron, seguramente por la zona de los leones, y abrieron dos puertas de las estancias de los rinocerontes antes de llegar hasta Vince. Lo hicieron pese las cámaras de seguridad –que vigilan todo el parque excepto la zona donde duermen los animales– y a que cinco empleados del zoológico duermen en el lugar. Según Save The Rhino, “la inteligencia ha evitado ataques planeados a zoos en los últimos años, y por esto la seguridad ya ha aumentado”.
“Evidentemente, la Domaine de Thoiry tomará medidas ante este suceso trágico. Por el momento no podemos informar de nada más por motivos de seguridad”, sentenció la portavoz del zoo francés, Pauline Coulomb.
En China y Vietnam creen que el cuerno, que cuesta 51.000 euros el kilo, puede curar el cáncer