El PDECat mira a Mas
La nueva dirección cierra filas con Pascal en espera de que el expresident se explique
El PDECat mira a Artur Mas. La dirección ejecutiva del nuevo partido no tiene intención de hacer valoraciones sobre las declaraciones de Fèlix Millet que inculpan a CDC en el cobro de comisiones ilegales a través del Palau de la Música y sus consecuencias hasta que el expresidente de la Generalitat –que en la época de los hechos denunciados era secretario general del partido de Jordi Pujol– se explique. La cúpula que encabeza Marta Pascal considera que, de acuerdo con la desvinculación que el lunes la propia coordinadora general estableció entre el PDECat y la herencia de CDC en relación con el 3%, ahora no le corresponde a ella dar explicaciones sobre el caso, sino a quien entonces era el máximo responsable político. Y este, Artur Mas, está dispuesto a hacerlo, pero no antes de que hayan concluido ante el tribunal que juzga el expolio del Palau de la Música las declaraciones de los principales encausados, incluido Daniel Osàcar, extesorero de CDC.
La de ayer fue, pues, una jornada de silencios en el PDECat, pero de caras muy expresivas y comentarios en voz baja harto elocuentes. Las revelaciones de Fèlix Millet, y la confirmación de Gemma Montull, no pillaron por sorpresa a los dirigentes del partido, que las siguieron a través de las redes sociales en sus respectivos teléfonos móviles mientras atendían el desarrollo del pleno del Parlament. Todos procuraron mantener la compostura, pero en la mayoría era evidente que la procesión iba por dentro. En todos ellos, en cualquier caso, el sentimiento era unánime en el sentido de que “esta vez no podemos hacer ver que no ha pasado nada” y en la necesidad de que las palabras de Marta Pascal, que todos aplaudían, “se conviertan en hechos”. Porque, aunque pocos se atrevían a verbalizarlo, a nadie se le olvidaba que Artur Mas, además de haber sido durante años el líder de CDC, ahora continúa siendo el presidente, por mucho que sea sin funciones ejecutivas, del PDECat.
En este contexto de cosas, la mayoría coincidía en que la clave para el futuro del partido está en la reacción que adopte precisamente el expresidente de la Generalitat. Los más comedidos optaban por la prudencia del clásico wait and see .Ylos más atrevidos no dudaban, en cambio, en proclamar que, después del “paso al lado” provocado por el veto de la CUP, había llegado el momento de que diera el “paso atrás” definitivo. Algunos intentaron hablar por teléfono con él –ayer Artur Mas no tenía ningún acto público– y los que lo consiguieron le encontraron con voluntad de ofrecer todas las explicaciones que haga falta, incluso en el Parlament, firme en sus convicciones, pero sin intención de dar ningún paso atrás. “Es de hierro colado”, constató uno de los que pudo conversar con él, como imagen gráfica de la forma imperturbable con que entiende que afronta la situación. Marta Pascal y David Bonvehí –los dos rostros más visibles de la dirección ejecutiva del PDECat– abandonaban al mediodía, mientras tanto, juntos el Parlament, visiblemente cariacontecidos.
Un Parlament en el que el escándalo de la presunta financiación irregular de CDC flotaba obviamente en el ambiente, pero en el que, a pesar de ello, ningún grupo de la oposición preguntó al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en la sesión de control al Govern, por el juicio del caso Palau de la Música que en aquellos momentos se estaba celebrando. Únicamente la CUP sacó el tema a colación, y lo hizo para que Anna Gabriel rechazara la posibilidad de que “alguien blanquee corrupción con el proceso independentista”, porque “no queremos que se flirtee con ninguna persona que tenga cualquier relación con la corrupción”, ante la evidencia de que “en este Parlament hay algunas personas señaladas, a pesar de que aún no estén imputadas”, en referencia a Germà Gordó, exgerente de CDC, vinculado con la trama del 3%.
La pregunta sirvió a Carles Puigdemont, en todo caso, para desvincular claramente al Govern del caso, como ya había hecho la portavoz Neus Munté el día anterior. “La agenda política del Govern pasa básicamente por dos compromisos: no tener casos de corrupción política, y este Govern no tiene ninguno, y tomar medidas que impidan la corrupción política y aumenten los mecanismos de control y la transparencia para hacer más difícil que esta actitud arraigue”, subrayó.
“Esta vez no podemos hacer ver que no ha pasado nada”, reclaman dirigentes del partido heredero de CDC Puigdemont se desmarca del caso Palau de la Música y proclama que la corrupción no afecta al Govern