Los expoliticoflautas
Resulta curiosa la evolución de los (y las) otrora agitadores sociales que reivindicaban en las calles una justicia social para los más desfavorecidos. Se transmutan una vez han entrado en el sistema y, sobre todo, han tocado poder y dinero.
Aparte de ciertas transformaciones de imagen, por otro lado comprensibles, que convierten a provocadores turbulentos en personas de suaves maneras, agradable conversación y hasta cierta sofisticación en el gesto, la transformación total, convertida ya en mutación, se produce cuando administran su dinero, cuando ya no es el de todos. Muchos de sus mensajes y tanto vocerío de solidaridad, justicia y bienestar palidecen en la hemeroteca para escarnio de su memoria.
Desde el que adquiere una vivienda de protección para revenderla y embolsarse un dinerito, a la que usa el dinero, que está obligada a dar a su asociación, en beneficio propio. Otro caso curioso es el de una alcaldesa que consigue un superávit de muchos millones de euros, mientras los desahucios y las listas de espera en vivienda social no decrecen.
Resulta paradójico, pero evidente, que esos nuevos politicoflautas huyen de su pasado y aspiran a convertirse en todo aquello que detestaban.
MANUEL RUIZ MARTÍN
Barcelona