Amal Clooney: “Saco partido de la fama”
La abogada pedirá a la ONU investigar al EI por genocidio
Antes de casarse con George Clooney, la abogada británica Amal Alamuddin se había hecho un nombre como especialista en derechos humanos, pero su matrimonio con uno de los actores más exitosos de Hollywood la convirtió en una celebridad. La fama conlleva que los medios analicen la ropa que se pone o cómo avanza su embarazo de gemelos, pero ella no reniega de esa atención mediática por una única razón: ayuda a su causa. Así lo explicó en una entrevista con Fiona Bruce, este martes, en el programa de la BBC News at
Six. “Hay una gran parte de mi trabajo que se lleva a cabo a puerta cerrada y que el público nunca ve. Si un mayor número de personas entiende qué está pasando con los yazidíes y el Estado Islámico y de ahí se pueden producir algunas acciones que ayuden a mis clientes, pienso que es algo bueno tener esta publicidad adicional”, aseguró.
Clooney aceptó el verano pasado la representación de Nadia Murad, una joven iraquí que fue secuestrada por el Estado Islámico y decidió denunciar a sus agresores, y está moviendo sus influencias en los más altos niveles. En septiembre denunció en la ONU los crímenes que perpetra el Estado Islámico y esta semana ha anunciado que planteará a los representantes de la ONU si todo lo que revelan los supervivientes no es lo suficientemente grave como para que se lleve a cabo una investigación.
“He estado con refugiados en
“Si más gente entiende qué pasa con el Estado Islámico y los yazidíes, es bueno tener esa publicidad adicional”
Alemania como el que se muestra en el vídeo y he entrevistado a niños que fueron soldados y a niñas que fueron violadas y esclavizadas por el EI”, dijo la esposa de George Clooney. “Fue el testimonio más angustioso que he escuchado. Sabemos que es un genocidio. La ONU lo ha dicho. En otras palabras: el EI está tratando de destruirlos y estamos permitiendo que suceda sin rendirles cuentas”, añadió.
Según la letrada de derechos humanos, el primer paso es acusar al EI de sus atrocidades en el terreno, pero alerta de que esas pruebas están desapareciendo y quizás no puedan documentarse. “Hace unos días en Mosul se descubrió una enorme fosa común en la que se cree que puede haber 4.000 cadáveres y hay otros tipos de pruebas”, relató. “Se necesita tomar el ADN, recoger los registros del teléfono. Y nada de eso se está haciendo en este momento”, denunció.