España se mantiene como octavo fabricante de coches
Las plantas recuperan la producción previa a la crisis
La eficiencia de las plantas de producción de automóviles tras el ajuste de costes de los últimos años junto con la mejora del mercado han facilitado que España se consolidara el año pasado como el octavo mayor fabricante de vehículos en todo el mundo. En las diferentes plantas españolas se ensamblaron el año pasado 2,886 millones de vehículos, un 5,6% más que en el 2015. Ese nivel es prácticamente el mismo que registró en el 2007 justo antes de la crisis.
El crecimiento del año pasado es menos de la mitad del que se registró en el 2015. España supera en medio millón de unidades a los vehículos ensamblados en las fábricas canadienses.
Tras el gigante asiático, los principales productores son Estados Unidos, Japón, Alemania, India, Corea del Sur y México. Desde el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra el presidente de la Organización Internacional de Fabricantes de Vehículos (OICA en sus siglas en inglés), Matthias Wissmann, declaró que la cifras muestran que “aparte de los años de crisis de 2008 y 2009, el mercado automovilístico mundial ha crecido continuamente. En 2016 se expandió casi un 5%, hasta los 93,9 millones de vehículos”. Para 2017, las previsiones de la organización que representa y hace de lobby al sector estima que seguirá el crecimiento si bien se reducirá el ritmo. La previsión es que la producción crezca entre un “2% y un 3% hasta superar los 96 millones de unidades”.
En 2012, España salió del grupo de los diez primeros productores del mundo y desde el 2013 ha ido recuperando posiciones con fuertes incrementos, del 9,3%, 11,1% hasta llegar a 13,7% en el 2015. En números absolutos, la fábricas españolas están a sólo 3.781 vehículos de la producción del 2007. La principal preocupación que se cierne sobre las fábricas españolas es la consecuencia que pueda tener la anunciada compra de Opel por parte de PSA. El grupo combinado cuenta con instalaciones en Vigo y Madrid pertenecientes a PSA y con una plantilla de 10.000 trabajadores y otra planta de Opel en Figueruelas (Zaragoza) con 3.500 empleados. Como las instalaciones no están al máximo de su capacidad, el nuevo grupo podría optar por concentrar producción en alguna de ellas en detrimento de otra.
En Ginebra Wissmann aprovechó la presentación de las cifras mundiales de producción para hacer un llamamiento a evitar las trabas a la exportaciones. “La producción local sólo tiene sentido en el medio y largo plazo si las oportunidades de exportación no están restringidas”, declaró. El presidente de los fabricantes recordó como el negocio se basa en un sistema de proveedores que están en todo el mundo, por lo que a su juicio hay que evitar las frenos al libre comercio. Para poner el énfasis sobre la necesidad de no restringir las exportaciones Weissman aseguró que “la Organización Mundial del Comercio (OMC) dispone de una lista de más de 2.200 violaciones de los principios de libre comercio”. El ejecutivo se refirió también a que los objetivos de limitación de emisión de CO2 para el 2021 “varían de una zona a otra” ya que mientras que la Unión Europea ha fijado 95 gramos,
La asociación mundial de industrias del automóvil pide que se evite frenar el libre comercio entre países
Japón establece 105, China 117 y Estados Unidos 119. “Los políticos deben trabajar en todo el mundo para coordinar los valores y crear una situación de igualdad de condiciones”, añadió.
En relación con el proceso de digitalización de los coches, Weissman cree que esas nuevas tecnologías contribuyen a la mejora de la conducción ya que “el 90% de los accidentes son causados por un error humano y sólo una pequeña proporción se asocia a un fallo técnico”.