La épica del periodismo
STEVEN Spielberg recupera el cine político, en que se reivindica el periodismo de calidad, en su próximo filme. El titulo es The Post y trata sobre la filtración de los papeles del Pentágono en 1971, en los que se revelaba que los gobiernos de Estados Unidos habían mentido en su implicación en la guerra de Vietnam. La película se plantea como una precuela de Todos los hombres del presidente, donde se explicaba como Bob Woodward y Carl Bernstein consiguieron con sus investigaciones en el caso Watergate cobrarse la cabeza del presidente Richard Nixon. Spielberg ha elegido para el papel de Ben Bradlee, el director de The Washington Post, a Tom Hanks y para su propietaria, Katharine Graham, a Meryl Streep. Será la contribución del cineasta a la defensa de la libertad de expresión en los tiempos de Trump, quien no ve la prensa como un pilar de la democracia, sino como una enemiga personal.
Curiosamente, los documentos del Pentágono los obtuvo primero The New York Times, pero el diario fue silenciado por el Tribunal Federal de Nueva York y el Post tomó el relevo, se la jugó y consiguió ganar la batalla contra Nixon, que soñaba con una prensa amordazada (más o menos como Trump), que acabó en el Tribunal Supremo. Finalmente, decidió por seis votos a tres permitir la publicación de los papeles, que aceleraron el final de la guerra de Vietnam.
En las memorias de Ben Bradlee (La vida de un periodista), dice cosas como que no es casual que los mejores periódicos estén controlados por familias y que Nixon con su odio a la prensa la convirtió en un icono de la libertad. Y contiene una reflexión maravillosa: “A un periódico no se le considera el milagro diario así por las buenas. Requiere el talento de un gran número de gente trabajando muchas horas con el mayor esfuerzo para que el director pueda poner los pies sobre la mesa y recibir felicitaciones. Con esa clase de talento, las felicitaciones resultan inevitables”.