Primavera súbita
Los expertos auguran una gran floración tras el frío y el reposo vegetativo invernal
Adiferencia de años anteriores, la primavera del 2017 no ha dado muestras de querer anticiparse sobre el calendario normal. En los últimos coletazos de invierno, las plantas y árboles muestran sus brotes y un nivel de floración sin una alteración destacable respecto a la media de años anteriores. “Todo ha ido floreciendo a su debido tiempo, pero en el caso de los almendros ha sido una irrupción súbita, un fogonazo”, describe el naturalista José Luis Gallego. Así, pues, están puestas todas las condiciones para que se produzca el típico estallido de la naturaleza que se espera después de un invierno en el que las plantas han mantenido su reposo vegetativo.
“Cuando se produce un invierno normal y las plantas acumulan el reposo, todo va más acompasado y, por lo tanto, es de esperar una primavera que llegará de golpe”, dice Ignasi Iglesias, investigador del Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentària. Este experto coincide con José Luis Gallego en que es previsible que haya esta eclosión en las próximas fechas. El año pasado, por contra, la floración del melocotonero, por ejemplo, se anticipó, en cambio, 14 días, recuerda Ignasi Iglesias. Fue un año especialmente anómalo.
“Los árboles frutales han tenido sus horas de frío en invierno y esto favorecerá su reacción en primavera”, valora Carlos Vicente, responsable de organización de Unió de Pagesos. El reposo invernal ha mantenido a las plantas aletargadas, pero las precipitaciones han sido generosas y eso ha permitido cubrir sus necesidades básicas antes de que comience despertarse su actividad en la inminente primavera. Además, el contraste de temperaturas entre días suaves y noches frías también ayuda a favorecer un cuadro en el que se espera una floración repentina. Carlos Vicente sostiene que solo temperaturas muy bajas (incluso bajo cero), algo inesperado, podría enturbiar esta perspectiva en los árboles frutales, la huerta, los cereales o el olivo.
La buen sincronización entre el tiempo típico del calendario y el comportamiento de las plantas ha sido una tónica general. “Las plantas se mantienen en sintonía con el tiempo que les corresponde, con una brotación y floración normal”, explica también Lluís Abad, técnico del departamento de espacios verdes y biodiversidad del Ayuntamiento de Barcelona. No obstante algunos árboles frutales van con algunos días de adelanto; por ejemplo la floración de los ciruelos se ha dado 5 ó 6 días antes del promedio anual.
Abad invita a contemplar determinadas plantas de clima mediterráneo; por ejemplo, en el Park Güell de Barcelona, en donde se puede apreciarse cómo la máxima actividad vegetativa de algunas de ellas no se da, como podría pensarse, a la primavera, sino que se sitúa en el final de inverno. De hecho, algunas (el cerezo de Santa Lucia, mimosas o retamas) muestran su mejor floración. Es el periodo más favorable para ellas, puesto que justamente cuando empiece a hacer calor entrarán en período de reposo vegetativo, porque ya habrán entrado en una fase menos favorable.
“Tras un invierno normal, es de esperar que la primavera llegue de golpe”
“Todo ha ido floreciendo a su debido tiempo; luego vendrá el estallido”
“Los brotes de algunos árboles frutales van con adelanto; por ejemplo, los ciruelos”