Rajoy alienta a la UE a dar un aviso al Govern en su declaración de Roma
El PSOE reprocha al presidente su falta de iniciativa ante el problema catalán
“¡Aquí no se amenaza a nadie; aquí se cumple la ley!”, clama Rajoy tras la inhabilitación judicial de Artur Mas
El cumplimiento de la ley por encima de todo es la base de la estrategia del Gobierno a la hora de afrontar el desafío soberanista catalán. Una posición que Mariano Rajoy ha visto avalada por la sentencia del TSJC que inhabilita a Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau, por el 9-N.
Una posición que recibirá el aval de la UE. Rajoy, junto a otros primeros ministros, harán constar la necesidad del cumplimiento de la ley en la declaración que los 28 firmarán el día 26 en Roma, en el acto conmemorativo del 60 aniversario del tratado de Roma. Una alusión que Rajoy aplica a Catalunya pero que otros presidentes firmarán pensando en otros casos. Rajoy anunció que la declaración del sesenta aniversario incluirá esta consideración en el debate en el Congreso en el que informó de lo acordado en el último Consejo Europeo.
Lo hizo al responder al portavoz de ERC Joan Tardà, que le recriminó que mientras estaba en Bruselas se producía “un ataque de los jueces a los derechos de las personas”, en alusión a la sentencia del TSJC.
Rajoy reiteró que es principio irrenunciable de la UE “el estado de derecho, y en Europa, todos los ciudadanos, incluidos los gobernantes, están sometidos a la ley, también las personas a las que se ha referido”.
Y reiteró, en línea con la sentencia, que “sin la ley no hay democracia”, algo que “figurará en la declaración que se apruebe en Roma: la obligación de cumplir la ley por parte de todos”. Porque, dijo, “lo más antieuropeo es saltarse la ley”. Advirtió también a Tardà que esa es “una de las razones por las que nadie hace caso a sus planteamientos en Europa, porque la gente quiere democracia y quiere que los gobernantes respeten la ley”.
El presidente del Gobierno replicó a las críticas de Tardà que “aquí no amenazamos a nadie, aquí se cumple la ley”. Y los referéndums “tienen que ser legales, tienen que ajustarse a la ley, no se pueden hacer liquidando la ley; si no, estaríamos en algo muy distinto a un régimen democrático”.
Después, ya en la sesión de control al Gobierno, Rajoy mostró su sorpresa por la pregunta que le planteó el portavoz del PSOE, Antonio Hernando: “La situación política en Catalunya se complica, es cada día más preocupante, y no hay una explicación a los ciudadanos sobre las medidas que tiene en cartera el Gobierno para encauzarla. ¿Qué pasos va a dar?”. “¡No entiendo esta pregunta!”, le acabó reprochando Rajoy, después de que, en sus conversaciones privadas con el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, haya encontrado sintonía ante la cuestión catalana. En todo caso, se ciñó al guion y explicó que continuará cumpliendo con su deber, “que es trabajar en favor del interés de todos los catalanes, cooperar lealmente con las instituciones autonómicas y preservar el ordenamiento constitucional, el respeto a la legalidad y a los derechos y libertades de todos los ciudadanos”. Rajoy reclamó el respaldo socialista: “Esperamos contar con el apoyo del PSOE porque la unidad de nuestro país está por encima de los colores partidistas”. Hernando, pese a todo, le reclamó que vaya “un pasito más allá”. “No se quede en el mantra de la ley y en un diálogo que por ahora es un conjunto vacío”. Y consideró tan reduccionista querer imponer por las bravas “un referéndum independentista” como no querer dar, desde el Ejecutivo central, “ni un paso de contenido político”. Hernando le volvió a ofrecer la propuesta socialista de reforma federal de la Constitución. Pero Rajoy, molesto, lo consideró papel mojado: “Me temo que ustedes no me han aportado ninguna idea que me sirva para resolver este asunto”.