Una mirada a Finlandia
EL periodismo es contar historias. Y seguramente es más que eso, porque el periodismo alcanza su verdadera dimensión cuando estas historias, además de conmover, muestran el camino para mejorar como seres humanos. Hoy, el suplemento
Cultura/s relata la historia de Xavier Melgarejo, exdirector del colegio Claret, que hace unos años pidió ser recibido por uno de las responsables del Ministerio de Educación de Finlandia, después de haber descubierto gracias al informe PISA que, año tras año, el país obtenía los mejores resultados en el ranking mundial sobre enseñanza. Melgarejo estaba preocupado por el fracaso escolar en España y deseaba conocer de primera mano cómo los finlandeses habían conseguido la excelencia en este campo, así que sin pensárselo dos veces se plantó en Helsinki dispuesto a ser recibido por algún funcionario. Y, por increíble que parezca, no le dieron con la puerta en las narices. Al contrario, le hicieron pasar a una sala donde representantes de las diferentes ramas docentes finlandesas se pusieron a su entera disposición.
Melgarejo no consiguió ninguna beca o ayuda, ni del Gobierno ni del Govern, para su investigación. Se pagó el viaje de su bolsillo y tuvo que tirar parte de la ropa de su maleta para salvar la montaña de documentación que le acompañaba de vuelta, a fin de no arruinarse con el sobrepeso. Entonces empezó a aplicar las teorías finlandesas en su escuela y bajó el fracaso escolar del 20% al 1%. Hace unas semanas, el cáncer se llevó a este personaje extraordinario. El editor Jordi Nadal consiguió que, aunque delicado de salud, escribiera el libro Gracias, Finlandia (Plataforma). Y luego, el pequeño tratado
¿Cómo transformar la adversidad?, sobre cómo afrontar la enfermedad. El mundo está lleno de pequeñas aventuras que consiguen grandes cambios. El periodismo está para contarlas e incluso para demostrar que hay motivos para la esperanza, a pesar de la bruma del horizonte.