El dólar cae al nivel previo a la victoria de Trump
Wall Street enlaza tres jornadas de pérdidas por las dudas sobre la agenda presidencial
“Las muchas promesas disminuyen la confianza”. La frase no aparece en ningún manual de inversión financiera, sino en la obra gran poeta latino Horacio hace dos mil años. Así que lo que ocurrió ayer en los mercados no era demasiado difícil de prever.
El dólar se depreció hasta los mínimos desde noviembre después de que a comienzos de año había alcanzado sus máximos en 14 años. Wall Street, que se situaba en niveles récord, abrió a la baja y se mantuvo en números rojos a lo largo de la sesión y encarriló así el tercer día seguido de pérdidas. Los bancos norteamericanos, que habían liderado las recientes subidas ante la perspectiva de una menor regulación del sector, cayeron entre el 1,7% y 2,3%.
La explicación se resume en que la narrativa de Donald Trump, que había sostenido las cotizaciones y el rally de este comienzos de año, gracias a las promesas de un plan de infraestructuras, recortes de impuestos y una reforma liberalizadora de la economía no van a poder cumplirse ni tan rápidamente, ni tan fácil. O incluso nunca. Las dificultades que está encontrando el nuevo mandatario en reformar el controvertido Obamacare, el sistema de sanidad pública concebido por el anterior presidente le han obligado a retirar su proyecto. Esta marcha atrás ha encendido la alarma. Si su partido no le apoya, ¿cómo va Donald Trump a mantener sus promesas?
“Existe la percepción de que el fracaso en llevar a cabo la reforma del sistema sanitario va a hacer descarrilar el resto de la agenda del nuevo presidente”, dijo Tom Porcelli, de RBC Capital Markets. “Los mercados están empezando a repensar lo de Trump y a centrarse en la realidad”, anotaba Peter Cardillo, economista de First Standard Financial.
“Todo es un mismo movimiento: bolsa a la baja, caída del dólar, apreciación del euro”, subraya a este diario Gonzalo Moreira, analistas de divisas del portal de referencia de trading on line Fx Street. “A esto hay que añadir algunos factores de orden técnico: en estos niveles del billete verde, muchos inversores deciden deshacer sus posiciones para evitar incurrir en pérdidas mayores”, subraya Moreira. El euro ganó ayer un 0,6%.
Al mismo tiempo, activos refugio como el franco suizo y el oro se apreciaron al considerarse los más adecuados en estos momentos de incertidumbre. Con este empuje, el metal amarillo marcó los máximos del último mes.
La debilidad de las bolsas proporciona argumentos a los que creen que la fase alcista de los mercados carece de fundamentos sólidos. En una nota publicada este mes, Didier Saint-Georges, director de inversión del banco Carmignac, describía así la peligrosa Las bolsas se han apoyado en los últimos meses en las promesas electorales del magnate espiral de este último periodo: “los mercados bursátiles escalan airosos el muro de las preocupaciones. Quizás escudándose en este consuelo y en su fascinación por la agenda política, los mercados siguen ignorando uno de los riesgos más palpables en 2017: la confirmación del aumento de las tensiones inflacionistas”.
En efecto en EE.UU. el ritmo de subida de los precios en enero, si se excluyen la alimentación y la energía, ya alcanzaba el 2,27%.
En el Viejo Continente las plazas también viraron al rojo, víctimas de estas incógnitas. El Dax alemán perdió los 12.000 puntos. Ibex 35 moderó sus descensos en la recta final de la jornada y salvó los 10.300, con un retroceso del 0,05%. Las noticias más inquietantes vinieron de Londres, donde el Banco Central de Inglaterra anunció que endurecería las pruebas de resistencia a las entidades británicas .
Los nuevos test de resistencia contemplan un escenario hipotético en que cae la inversión extranjera y sube la prima de riesgo de la deuda del Reino Unido, en gran parte por efecto del Brexit. La institución plantea un retroceso del PIB del 4,7%, un aumento de los tipos de interés al 4 %, un descenso del 33% del precio de la vivienda y una tasa de desempleo del 9,5%.
Muchos nubarrones primaverales planearon ayer en los parqués. Y al final, la cara de los inversores era un poema. Un poema de Horacio.