Kushner testificará sobre Rusia
Kushner se reunió con un banquero afectado por las sanciones de EE.UU. a Moscú
Paralelamente a los trabajos del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes que tanto da que hablar, el comité homólogo del Senado también investiga la conexión rusa del equipo de Donald Trump y ha decidido interrogar nada menos que a Jared Kushner, el yerno del presidente, nombrado asesor principal en la Casa Blanca y considerado el colaborador más cercano del comandante en jefe.
El Senado tramitó a la Casa Blanca la convocatoria a Kushner para que informe sobre sus reuniones con autoridades rusas durante el período de transición, entre el día de las elecciones y el de toma de posesión del nuevo presidente. Kushner se reunió en la torre Trump con el embajador ruso Sergey I. Kislyak, un encuentro conocido en el que también participó Michael Flynn, el general que después fue nombrado consejero de Seguridad Nacional y destituido a las pocas semanas por ocultar y mentir sobre sus contactos y negocios con potencias extranjeras, Rusia entre ellas.
Lo que ha trascendido ahora –lo adelantó The New York Times –y ha motivado el interés del Senado es que a instancias del embajador Kislyak, Kushner se reunió también con Sergey N. Gorkov, jefe del Vnesheconombank, el banco ruso de desarrollo, una entidad pública que Estados Unidos colocó en su lista de sanciones como represalia por la ofensiva expansionista que desencadenó Vladímir Putin con el hostigamiento a Ucrania y la anexión de Crimea.
La Casa Blanca ha confirmado ahora las reuniones y ha presentado el interrogatorio de Kushner en el Senado como una comparecencia voluntaria y a petición propia. Hope Hicks, miembro del staff de la Casa Blanca, ejerciendo de portavoz, señaló que Kushner “no tiene nada que ocultar y quiere ser transparente” y en cuanto a las reuniones del yerno del presidente con los representantes rusos aseguró que no abordaron ningún asunto de importancia. Hicks añadió además que Kushner no ha sido interrogado hasta la fecha por los agentes de contrainteligencia del FBI que, tal como confirmó el director de la oficina, James Comey, investigan si hubo una coordinación del equipo de campaña de Donald Trump con funcionarios rusos en los ciberataques que sufrió Hillary Clinton, sus colaboradores y el Partido Demócrata.
Kushner es una pieza fundamental en el equipo de Trump y más que lo va a ser. El presidente acaba de ponerle al frente de una Oficina de Innovación, el equipo de intervención inmediata para llevar a cabo las promesas electorales. Se trata de una revolución en la burocracia federal. Pretende privatizar servicios y conseguir que la Casa Blanca funcione con la agilidad de una empresa privada. De hecho, el proyecto de presupuesto ya prevé reducir hasta 200.000 funcionarios federales.
La estrategia republicana en lo que se refiere al Rusiagate es propiciar declaraciones públicas de los colaboradores de Trump que han tenido relación con los rusos para proclamar que no han hecho nada ilegal. Al mismo tiempo, procuran evitar las intervenciones de los responsables de Inteligencia que avisaron del origen ruso de los ciberataques durante la campaña. David Nunces, el presidente del comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes ha suspendido una comparecencia prevista para hoy del ex director de Inteligencia, James Clapper, del ex director de la CIA, John Brennan y de la ex fiscal interina, Sally Yates.
A cambio, Nunes anunció las comparecencias voluntarias de Paul Manafort, ex jefe de campaña de Trump, y los asesores de alto nivel Roger Stone y Carter Page. Manafort tuvo que dimitir por sus conexiones con políticos prorrusos de Ucrania, y ahora ha trascendido que también trabajó para Moscú con un contrato para ejercer de lobby de 10 millones de dólares anuales. A Stone se le atribuyen contactos directos con Guccifer 2.0, el alias cibernético que se atribuye a los funcionarios rusos. Page es un hombre de negocios con importantes intereses y contactos con Rusia que asesoró a Trump en política exterior. Los demócratas acusan a Nunes de coordinar su estrategia con la Casa Blanca y pervertir la investigación del Comité e insisten en la necesidad de abrir una investigación independiente.
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