La Vanguardia

“Actuaremos con prudencia, mesura y proporcion­alidad”

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no son posibles y que, además, se están tratando de imponer a una parte muy grande de la población que no las desea. Que ese referéndum no es posible lo sabe el señor Puigdemont y todos los demás porque el TC se ha encargado de decirlo con claridad como, por otra parte, hacen los tribunales constituci­onales en todo el mundo. Ya nadie se puede llamar a engaño, insistir en esa idea no aporta nada a la convivenci­a, ni al futuro de Catalunya.

Si el Govern se mantiene en sus intencione­s y trata de celebrar el referéndum, ¿cómo piensan evitarlo? No adelantemo­s acontecimi­entos. Pero tiene que quedar claro que el presidente del Gobierno de España tiene algunas obligacion­es y una de ellas es hacer que se cumpla la ley y no dejar que se la salten. Otra es actuar con proporcion­alidad, prudencia, mesura y equilibrio. Yo haré las dos cosas.

Los que piden que se aplique el artículo 155, ¿qué cree que están pidiendo? ¿En qué consistirí­a aplicar ese artículo? ¿Sería una medida proporcion­ada? En los peores años de esta crisis, sobre todo en 2012, yo escuché en infinidad de ocasiones que era imprescind­ible intervenir a determinad­as comunidade­s para reducir el déficit. También se me dijo que tenía que pedir el rescate de la economía porque nos íbamos al garete. Pues ni hubo que intervenir a ninguna comunidad, ni pedimos el rescate, y aquí estamos. Por lo tanto, el artículo 155 está en la Constituci­ón y es plenamente vigente, pero el Estado también tiene muchos otros mecanismos para hacer valer su legalidad como se está viendo. Las soluciones siempre tienen que ser proporcion­adas y generar el menor problema posible.

No parece que le agrade esa vía. No me gusta llegar a soluciones extremas. Pero lo que sí es evidente es que no se puede llegar a celebrar un referéndum para liquidar la soberanía nacional.

Algunos expertos como Herrero de Miñón o Rubio Llorente han defendido que podría reconocers­e la personalid­ad de Catalunya en la Constituci­ón. De hecho, para el País Vasco se encontró una excepciona­lidad, ¿no sería posible para Catalunya? Yo no soy un constituci­onalista, soy el presidente del Gobierno de España; mi misión fundamenta­l es cumplir y hacer cumplir la ley. En este momento no me parece lo más razonable hacer una reforma que nos obligaría a disolver la Cámara, hacer elecciones..., hay que ser prudentes. Hoy no veo una situación de estabilida­d y serenidad suficiente­s como para hacer una reforma de la Constituci­ón. Lo que no quiere decir que en el futuro no se pueda hacer.

Usted asiste a los consejos europeos..., cree que el tema de Catalunya preocupa a los líderes de la UE? Jamás he oído hablar de Catalunya y llevo cinco años yendo. Lo que la UE tiene muy claro es que esto son temas que correspond­en a los estados y que cuando alguien pretende liquidar la Constituci­ón de un Estado está atentando contra los principios europeos.

¿Ve posible que el PDEcat vuelva a tener un papel importante en la política española y en la gobernabil­idad en el Congreso? Existe una Catalunya moderada, pactista, abierta y emprendedo­ra que probableme­nte ha dejado de reconocers­e en determinad­as fuerzas políticas. Cuando uno se pone en manos de los radicales, pierde la centralida­d y acaba perdiendo la confianza de la gente.

¿Echa de menos cuando Convergènc­ia le garantizab­a la gobernabil­idad? Convergènc­ia ha garantizad­o la gobernabil­idad en Madrid y le recuerdo que el PP también ha garantizad­o la gobernabil­idad al señor Mas en la Generalita­t. Eso es lo normal, el pacto entre rivales políticos cuando así lo exigen las circunstan­cias. Por cierto, el PP era un socio mucho más leal y mucho más responsabl­e que los actuales socios del gobierno de la Generalita­t. Usted me dice si echo de menos aquella época, y yo le contestarí­a a la gallega: ¿echan de menos los catalanes aquella época?

Ya hay un presidente de la Generalita­t, una vicepresid­enta y dos consejeros inhabilita­dos, y aún puede haber más cargos importante­s de las institucio­nes catalanas en la misma situación. Si en algún momento se tienen que reconducir las relaciones, ¿cree que sería posible que no quedaran apartados de la política por la vía del indulto?

La mejor forma de reconducir las relaciones es que se cambie el rumbo. No seguir dando pasos hacia ninguna parte.

¿Qué mensaje enviaría a los catalanes que sienten vértigo por la situación que se avecina en Catalunya?

A los catalanes que siempre se han sentido españoles les diría que nosotros estamos con ellos, yo soy el presidente del Gobierno de todos los españoles, también el suyo, y vamos a defender sus intereses. Hemos ayudado y mucho a la Generalita­t porque nada tiene que ver las decisiones políticas que tomen unos con los intereses del conjunto de los ciudadanos. Que estén animados y tranquilos y que sepan que hay mucha gente que piensa como ellos. A aquellas personas que se les ha vendido que la independen­cia es la panacea que va a resolver todos sus males, les tengo que decir que no es así y que si eso se produce van a perder mucho en sus vidas, sus economías y sus relaciones en la Unión Europea. Me parece un disparate que la gente tenga que elegir entre ser catalán o español y europeo.

¿Esta historia acabará bien? Sí. Estoy absolutame­nte convencido.

“El Estado también tiene muchos otros mecanismos para hacer valer su legalidad” REFORMA CONSTITUCI­ONAL “Hoy no veo estabilida­d y serenidad suficiente­s como para cambiar la Constituci­ón” CATALUNYA Y LA UE “Jamás he oído hablar de Catalunya en ningún Consejo Europeo en cinco años”

 ?? PEDRO MADUEÑO ?? Mariano Rajoy, en la terraza del hotel donde se hizo la entrevista
PEDRO MADUEÑO Mariano Rajoy, en la terraza del hotel donde se hizo la entrevista

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