¿Cómo dar una calle a Cruyff sin ‘desahuciar’ a Maillol?
El Ayuntamiento no cree una buena solución eliminar del nomenclátor al artista
¿Cambiar el nombre de una calle dedicada a un artista del cincel y el pincel por el de un artista del balón? En los despachos del Ayuntamiento, las autoridades municipales se hacían ayer esta pregunta 48 horas después de que el Barça lanzara la propuesta de descolgar al escultor y pintor Arístides Maillol del nomenclátor de la ciudad y colocar en su lugar, en la calle que une la Travessera de les Corts con la avenida Doctor Marañón, las placas en recuerdo de Johan Cruyff. La respuesta, admiten todas las fuentes consultadas por La Vanguardia, no es nada fácil, aunque la mayoría de los responsables municipales con una opinión ya formada creen que lo más probable es que el club y el Consistorio busquen un acuerdo que no levante ampollas. La solución sería mantener en su actual ubicación el nombre del artista rosellonés, uno de los más insignes patriotas catalanes del otro lado de la frontera, y dedicar al inventor del estilo Barça una calle o una plaza, un espacio relevante y próximo al Camp Nou que surja de la reordenación urbanística prevista para los próximos años.
La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, fue la primera en pronunciarse públicamente. Lo hizo en el programa Primer toc, de RAC 1 . Y se mojó sólo lo imprescindible. “Estamos contentos de poder analizar cuál es la mejor solución para homenajear a una persona que ha tenido un impacto tan positivo en la ciudad. Hemos de acabar de ver dónde se coloca (el vial dedicado a Cruyff) y con qué criterios”, dijo la concejal. Sanz añadió que el Ayuntamiento es consciente de que “Johan es muy querido por los barceloneses y barcelonesas”, pero Maillol es también “un artista de la ciudad”. De hecho, la conexión de Arístides Bonaventure Jean Maillol Rougé con Barcelona no tiene que ver con una presencia física del artista y su obra en la capital catalana, sino con la influencia que ejerció sobre otros escultores este hombre nacido en Banyuls de la Marenda en 1861, formado en París y fallecido en 1944. Tal y como recordaba Maguí Noguer en el catálogo de la exposición Fascinació per Grècia, que pudo verse en Girona hace unos años, Maillol “parlava català, anava amb espardenyes, duia faixa i barretina i ballava sardanes”, y consideraba Catalunya “la meva veritable pàtria”. Con este currículo, ¿quién se atrevería a desahuciarlo del nomenclátor”?
Arístides Maillol entró en el callejero el 20 de diciembre de 1979, en la primera oleada de cambios de denominaciones de los ayuntamientos democráticos. Sustituyó a uno de los muchos nombres impuestos por el franquismo, el de División Azul, con el que se bautizó este vial (entonces avenida) el 13 de abril de 1966. La normativa señala que los cambios de denominación solamente se justifican por criterios “técnicos, históricos y de ciudadanía” y que hay que someterlos a consulta e informar a los vecinos de las posibles incidencias de la sustitución (a veces son los propios vecinos por razones prácticas los que se resisten a que su calle cambie de nombre). ¿Puede Johan Cruyff saltarse la moratoria de cinco años que han de transcurrir desde la muerte de un personaje para que pueda dar su nombre a una calle? La excepción son aquellas personas distinguidas con la Medalla d’Or de la ciudad. Una interpretación poco restrictiva de la norma podría facilitar que el futbolista y entrenador (medalla de oro al Mérito Deportivo a título póstumo desde noviembre) no tenga que aguardar cuatro años más para formar parte de esa galería de ilustres que es el nomenclátor.
LA FÓRMULA MÁS PROBABLE El futbolista podría dar nombre a algún vial que surja de la reordenación urbanística DESDE 1979 La denominación del escultor sustituyó a la de División Azul durante la transición