LA BANCA PRIVADA REINVENTA SU MODELO DE NEGOCIO
La entrada en vigor en enero de 2018 de la directiva europea MiFID II y la digitalización desarrollarán nuevos modelos de asesoramiento
En España hay 415.000 millones de euros en negocios que se reconocen como banca privada de grupos bancarios españoles
Tras los difíciles años de la crisis financiera, la banca privada –la que se encarga de gestionar grandes patrimonios– está en fase de recuperación y crecimiento, planteando un cambio de modelo y con un reto muy claro: la implantación de la directiva europea MiFID II (Markets in Financial Instruments
Directive) en enero de 2018, inspirada en las premisas de la seguridad, la eficacia y la transparencia de los mercados en aras de una mayor protección de los inversores. Según el barómetro de la revista Funds
People, en España hay alrededor de 415.000 millones de euros en negocios que se reconocen como banca privada de grupos bancarios españoles. “No hay más que ver el crecimiento tan importante que se ha producido en los saldos gestionados en fondos de inversión, el vehículo de inversión más utilizado por los clientes de banca privada”, subraya Víctor Allende, director ejecutivo de Banca Privada y Banca Premier de CaixaBank. Un optimismo que también transmite Carlos Sensat, director regional de Wealth Management Catalunya y Baleares, quien subraya que la banca privada es un sector consolidado y una de las partes del negocio financiero con mayor crecimiento en los últimos años.
OPTIMISMO MODERADO
Dependiendo de la fuente que se consulte, el volumen de activos ha incrementado entre un 6 y un 10% en los años 2015 y 2016, y está en el centro de las estrategias de todas las entidades que operan en nuestro país. No obstante, Sensat matiza: “El proceso de transformación que está llevando a cabo la industria financiera está provocando que el panorama al que se enfrenta la banca privada sea complejo, siendo la adaptación a la nueva regulación y la capacidad con la que cada jugador la afronte, lo que marcará el éxito de cada entidad".
Otro experto, César Villacampa, director de Ibercaja Patrimonios, considera que todavía seguimos en un entorno con muchas incertidumbres económicas, “con tipos de interés muy bajos y con importantes cambios regulatorios, que van a marcar el futuro de la banca privada”.
PUNTO DE INFLEXIÓN
El sector es consciente que el gran reto al que se enfrenta está directamente vinculado a la entrada en funcionamiento de la directiva MiFID II, que incluye por primera vez la obligación de cobrar a los clientes por el asesoramiento financiero, un servicio que hasta ahora éstos percibían como gratuito (aunque en realidad lo pagan a través de las comisiones de los productos que contratan). Además, las entidades tendrán que desglosar qué porcentaje de esas comisiones se lleva cada parte que interviene en el negocio.
Según Allende, con MiFID II los clientes van a exigir, entre otras cosas, mayor transparencia en los costes, “y marcará la diferencia entre los que realmente aporten valor añadido por el servicio de asesoramiento que presten y el resto”.
La banca privada ha incrementado el volumen de activos entre un 6 y un 10% en los años 2015 y 2016, y está en el centro de las estrategias de todas las entidades que operan en España
La experta Sonsoles Santamaría, directora de negocio de Tressis, remarca que toda la industria financiera está finalizando la adaptación a la nueva directiva. "Este proceso de adaptación llevará a definir los ‘nuevos modelos de negocio’ de la banca privada, a qué tipo de clientes se querrá dirigir, con qué servicios y con qué modelos de cobro. La situación actual es de claro punto de inflexión en la forma de trabajar de las entidades con sus clientes y supondrá un revulsivo en la industria en términos de ‘reinvención’ de los modelos”.
Ignacio Viayna, director general de Banca Privada de GVC Gaesco Beka, también opina que la banca privada vive momentos de cambios. “Estamos en el momento justo en que, bajo la base de un modelo tradicional, la banca privada está evolucionando combinando el legado del pasado y los drivers actuales", apunta este experto, quien considera que hay una tendencia a la aparición de nuevos y más gestores, asesores, que buscan en la independencia dar mejores soluciones de inversión a los clientes.
ESTRATEGIA DE INVERSIÓN
Santamaría subraya que el gran reto de la banca privada es ser escalable con flexibilidad, y afirma: "Sólo entidades con una buena tecnología, un modelo de negocio no improvisado por la adaptación a la nueva regulación, que lleven años pres- tando los servicios en condiciones parecidas a lo que apunta la nueva directiva y que sólo tengan que realizar adaptaciones de sistemas, información y reporting, pero no adaptaciones de cambio de mentalidad del grupo y de cambio de forma de actuar con sus clientes, serán capaces de ver la nueva normativa como una oportunidad".
A modo de conclusión, Víctor Allende, de CaixaBank, subraya: "Sólo seremos capaces de cumplir las expectativas que nos plantean nuestros clientes a partir de una reflexión global sobre sus necesidades; de esta manera seremos capaces de ordenar su patrimonio diseñando una estrategia de inversión con la que alcanzar sus objetivos en cada etapa de la vida".