Unos 50.000 trabajadores europeos han abandonado ya el Reino Unido
La sanidad británica ha perdido 20.000 médicos y enfermeras extranjeros
que actualmente están en Londres. Lloyds, la mayor aseguradora del mundo, ha anunciado ya la apertura de una subsidiaria en Bruselas. Bancos de inversión como HSBC, JP Morgan Chase, UBS, Citigroup y Morgan Stanley ultiman sus planes para abandonar parte de sus operaciones en la City dado que no está claro que vayan a conservar el “pasaporte” o la “equivalencia” que les permite efectuar transacciones en el continente. Fábricas japonesas de coches como Toyota y Nissan han exigido al Gobierno de Theresa May garantías de que no padecerán como consecuencia del Brexit, y un posible incremento de tarifas será compensado con recortes fiscales y disminución de la burocracia. Los defensores del medio ambiente temen por la limpieza de las playas y la protección de las especies una vez derogadas las directivas europeas. Dos de cada tres empresas de juego amenazan con marcharse. Las aerolíneas low cost como Easy Jet o Ryanair podrían perder muchas de sus rutas y vuelos. Los futbolistas de países comunitarios se enfrentarán a las mismas regulaciones de inmigración que los africanos, y para poder fichar por equipos de la Premier League habrán de haber jugado un mínimo de partidos internacionales con sus selecciones. Juan Mata y Ander Herrera, del Manchester United, no cumplirían los requisitos.
La City ejerce como banquero del planeta, y es el mayor centro financiero del mundo junto con Nueva York, con un superávit comercial anual de 80.000 millones de euros. En ninguna otra parte se hacen más transacciones de divisas, más gestiones de fondos y derivados. Un 7% de su fuerza laboral procede de países de la Unión Europea, y la predicción más optimista es que, con el Brexit, desaparecerán 10.000 puestos de trabajo. La más pesimista, que hasta 100.000, con lo cual se evaporarían literalmente 25.000 millones de euros, un 6% del PIB. Los estudiantes extranjeros aportan 3.000 millones de euros a la economía nacional.
Decía el exgobernador de Nueva York Mario Cuomo que los políticos hacen campaña con poesía, pero gobiernan con prosa. Theresa May y sus acólitos han demostrado ser magníficos poetas del Brexit. Pero que sean capaces de escribir una buena novela, o por lo menos un cuento de hadas con final feliz, es otra historia.
TEMOR EN LA CITY
El corazón financiero de Londres podría perder entre 10.000 y 100.000 empleos Las elecciones del 2020 serán a todos los efectos un referéndum sobre el resultado del Brexit