Barcelona reducirá el número de especies del zoo
El nuevo director anuncia que sólo mostrará animales autóctonos o en riesgo de extinción
El gobierno de la alcaldesa Ada Colau reducirá el número de especies del zoo de Barcelona. El biólogo Antoni Alarcón, inminente nuevo director del equipamiento, anunció ayer que en un futuro muy próximo todos los huéspedes de este recinto que ya suma 125 años de historia serán animales autóctonos o en riesgo de extinción.
“Si su presencia en el zoo no facilita la investigación científica –detalló Alarcón–, si no estamos contribuyendo a la conservación de su especie, si en realidad están viviendo muy lejos de su hábitat natural ¿qué sentido tiene entonces que los tengamos aquí?”. Antoni Alarcón, el hombre escogido por el gobierno municipal para modernizar esta instalación, suscribió de este modo el adiós a los delfines de Barcelona, que tienen los días contados entre nosotros. El año que viene su delfinario será ilegal. El gobierno municipal descartó construir uno nuevo. Al parecer no hay argumentos científicos para que estos cetáceos vivan aquí. El Ayuntamiento sigue buscándoles un retiro adecuado pero no es fácil.
En realidad todas estas premisas constituyen las principales conclusiones del grupo de trabajo promovido por el Ayuntamiento y constituido por biólogos, veterinarios y activistas que durante el último año se ha dedicado a reflexionar sobre cómo ha de ser el zoo de Barcelona. La designación de Alarcón fue aplaudida ayer por varias entidades de defensa de los derechos de los animales, como Zoo XXI, que entienden que en el parque de la Ciutadella hay demasiados animales, sobre todo demasiados animales exóticos, y que habría que hacer un mayor uso de las nuevas tecnologías para explicar a la gente cómo viven, así como dedicar muchos más esfuerzos a la conservación de las especies en sus hábitats naturales. Se trata de una cuestión muy delicada. La eminente primatóloga Jane Goodall, señaló Alarcón, dice que muchos primates pueden llevar una vida más agradable en algunos zoos que en sus propios hábitats naturales.
El nuevo director del parque fue presentado ayer por los tenientes de alcalde Janet Sanz y Jaume Collboni. La concejal ecosocialista aseguró que arranca una nueva era
NUEVA ETAPA El gobierno municipal acaba la etapa de reflexión y abre la de reconversión
PENDIENTES DE MUDANZA El Ayuntamiento aún no ha encontrado un retiro adecuado para sus delfines
en la larga historia del zoo de Barcelona, y el socialista a secas, que durante los dos próximos años el Ayuntamiento invertirá en este equipamiento 15 millones de euros procedentes de los beneficios de la empresa municipal BSM, tantos millones como el gobierno anterior se gastó durante el mandato pasado, agregó.
Estas inversiones servirán principalmente para mejorar las condiciones de vida de los animales y para garantizar la sostenibilidad del equipamiento. Algunas de las actuaciones son también una continuación del plan estratégico diseñado en el mandato anterior. El zoo tiene previsto construir este año una nueva instalación de cuarentena integrada en el servicio veterinario y renovar el sistema de calefacción del terrario a fin de asegurar la temperatura adecuada para cada especie. La nueva sabana, cuyas obras acumulan numerosos retrasos desde hace varios años debido a la aparición de restos arqueológicos, incorporará un dormitorio de leones. El objetivo es que jirafas y elefantes estén mucho más cómodos. Además, Collboni quiso subrayar que el zoo no se cerrará, que continuará durante muchos años en este rincón del parque de la Ciutadella. Y Sanz puso el acento en que este equipamiento no volverá a ser igual, que ahora se desarrollará un nuevo modelo de zoo, un zoo del siglo XXI cuyas prioridades serán el bienestar animal, la conservación de las especies en sus hábitats naturales, la educación de los más pequeños...
Sanz y Collboni también destacaron que el zoo contó el año pasado más de un millón de visitantes. Ambos obviaron, no obstante, tal y como publicó La Vanguardia de manera reciente, que este registro supone una caída de un 4%, un descenso de 42.033 visitantes con respecto al año anterior. La asistencia al zoo durante el 2016 es parecida a la del 2006, muy lejos del récord alcanzado el 2011: 1.164.000 visitas. El principal efecto de la caída es una reducción de los ingresos de BSM. Las pérdidas del parque son de 4,3 millones de euros, un 64% más que en el 2015. Hace sólo tres años las pérdidas fueron de 316.000 euros.
Según la concejal del grupo Demòcrata y anterior presidenta de BSM, Sònia Recasens, “este descenso es fruto de la campaña de desprestigio del zoo que está llevando a cabo el gobierno municipal. En el anterior mandato definimos exactamente las mismas premisas: educación, conservación e investigación. Pero BComú se pasa más de un año diciendo que el zoo está mal porque tiene muchos compromisos con muchas entidades que prefieren que el zoo cerrara y ahora no sabe cómo responder, ¿de verdad se necesita más de un año de trabajo para llegar a estas conclusiones? El anterior gobierno ya creó una fundación encargada de revisar la colección de especies, y ahora anuncian que esta fundación desarrollará el nuevo modelo de zoo. Llevamos dos años perdidos. Ni siquiera saben qué van a hacer con los delfines”.
“Parece que de repente estén descubriendo lo que es un zoo –di-
jo después de un modo irónico, pero también dolido, el representante de los trabajadores Jesús Cabana–. El zoo necesita mejorar en muchos aspectos. La nueva instalación de los orangutanes podría ser mucho más luminosa. La verdad es que se podía haber trabajado mucho más en la naturalización de los espacios. A nuestro parecer, en la nueva sabana hay demasiados hierros. Y el espacio del rinoceronte da pena, transmite a la gente la impresión de que el animal se encuentra en muy malas condiciones, y eso no es verdad. Aquí los animales siempre estuvieron muy bien atendidos, y siempre se promocionó la investigación científica”. Muchos empleados del equipamiento entienden que el espíritu revisionista de los comunes es también una dura crítica a su labor. “Pero celebramos la llegada del nuevo director porque Alarcón es un gran experto en zoos. Esperamos que la alcaldesa Colau apueste de verdad por el zoo, tal y como lo hicieron anteriormente Trias y Hereu”, añade Cabana.
DESCENSO DE VISITAS Los anteriores gestores acusan al gobierno de desprestigiar el equipamiento
LA REIVINDICACIÓN Los empleados esperan que Colau apoye el parque “como lo hicieron Trias y Hereu”