El lugar de los hechos
TIEMPO. El tiempo es la posibilidad de que dos cuerpos ocupen un mismo espacio. Desde chaval me cautivó imaginar qué cuerpos habían ocupado un determinado lugar, qué sucesos habían acaecido en cierto rincón, en el patio de armas de aquel castillo, en el claustro de ese monasterio, en aquella ergástula medieval, la barbacana de una muralla, un lecho con dosel, cueva recóndita, ermita remota, camino empedrado con roderas de carros ya invisibles, cimientos de una casa íbera, escalera de convento, molino, portal, jardín, en la plaza Forcall o en la playa de Creta donde Zeus poseyó a Europa bajo una higuera. ¿Qué pasó ahí hace cien, quinientos, mil, diez mil años? ¡Verlo todo por un agujerito, presenciar la historia en movimiento! No estoy solo en esto: la fantasía del viaje a un tiempo pretérito es una de las más poderosas desde siempre, una fantasía fundacional que nos ha excitado la imaginación hasta llevarnos a fabular de palabra y obra, en la literatura, el cine y los viajes. Miras una dovela de un arco de triunfo y crees ver a un emperador laureado entre pífanos y tambores, su ambición y su lujuria. También la televisión ha incubado esta fabulación primigenia, porque la televisión es nuestra prótesis más lograda, nos ayuda a movernos en el tiempo y en el espacio, que nos encanta. La televisión ha jugado a veces a la ficción enardecida (véase El Ministerio del
Tiempo), y también al anhelo historicista y documental, como es ahora el caso de El lloc
dels fets, que TV3 estrena esta noche. Es una serie documental pensada para dar gusto a
¿Que pasó ahí hace quinientos, mil años? ‘El lloc dels fets’ te cuenta la historia en movimiento
mis fantasías diacrónicas, una serie para viajar en el tiempo desde el trampolín de un espacio, de un lugar concreto. El monasterio de Sant Pere de Rodes, por ejemplo: esta noche es el lugar que ocupa el relato del primer capítulo de El lloc
dels fets. Ya lo he visto, y da gusto mirar. El escenario es imponente, claro: pocos monasterios hay en lugar tan fabuloso como el de Sant Pere de Rodes, en las estribaciones del cap de Creus, donde debió de erigirse antes un templo a Venus, entre dólmenes ancestrales. Acudían allí peregrinos desde el siglo XI, atraídos por indulgencias plenarias procuradas por una bula papal... que quizá fuese una impostura, una falsificación. Esta historia se nos cuenta mediante escenificación con actores, aquí báculo de la imaginación, que vivifican ese lugar: aquí el teatro de la televisión materializa los hechos que todo visitante soñador desearía que se le representase en dicho lugar. El lloc
dels fets viajará cada domingo por lugares magnéticos en los que acaecieron sucesos que merecen ser contados y estaban pidiéndolo. El lloc dels fets es realidad ampliada desde el sofá, la realidad de los sueños hecha televisión..
IFAMILY. Lo que va de una serie a otra: Miro ifamily (La 1, martes noche) y no doy crédito, parece imposible inventar una serie más empanada e indigesta, Antonio Resines al frente. Me pregunto que milagro ha salvado Cuéntame del paso (fugaz: debe de ser por eso...) de Antonio Resines, porque, en cambio, Cuéntame (La 1, jueves noche) está ahora en sus mejores momentos.