El reto de Crandon Park
Nadal y Federer vuelven a encontrarse en la final 12 años después
El primer enfrentamiento en una final clásica de la ATP se produjo en Cayo Vizcaíno en el lejano 2005. Roger Federer ya dominaba en el circuito pese a su juventud (24 años) después de un 2004 espléndido en el que logró tres títulos de Grand Slam (Australia, Wimbledon y Estados Unidos) como principales trofeos. De Rafael Nadal había buenas referencias, pero su eclosión definitiva llegó precisamente en ese 2005, en el que consiguió nada menos que once títulos, entre ellos su primer Roland Garros. El suizo y el manacorense ya habían inaugurado un año antes en el mismo escenario su particular duelo en el mundo del tenis, resuelto con la inesperada victoria del balear por un doble 6-3. Fue el primero de los 23 triunfos que acumula Nadal frente a Federer, aunque en el resurgimiento que protagonizan los dos tenistas este año es más provechoso para el jugador de Basilea, que ya ha vencido en el Open de Australia y en el Masters 1.000 de Indian Wells. Hoy se verán las caras de nuevo en Crandon Park (19.00).
Esa final del 2005, a la que seguirían cinco victorias consecutivas del discípulo de Toni Nadal –cuatro en finales–, dejó las semillas de lo que se vería después durante muchos años. Fue un partido espectacular (“épico” en palabras del propio Federer), muy emocionante. Nadal ganó los dos primeros sets por 6-2, 7-6 (4), pero cedió los tres siguientes por 7-6 (5), 6-3, 6-1. También ahora es favorito el suizo, que ha ganado 13 de los 14 partidos jugados este 2017. Su única, y sorprendente derrota, se produjo en el torneo de Dubái, en el que Evgeny Donskoy (116 de la ATP) le superó después de igualar una desventaja de 5-2 en el tercer set y un 5-1 en el tie-break. Además, Nadal no ha vencido nunca en Miami, uno de los tres Masters que se le resisten junto a Shanghai y París, y por este motivo ha declarado que “he perdido aquí más de lo que debería”. La principal dificultad con la que se encontrará el balear es, sin duda, la confianza de un Federer que vive, a los 35 años, una segunda juventud deportiva cuando hace unos meses se veía imposible su regreso a la élite.
El suizo ha superado a su amigo en la final de Melbourne, en enero, remontando un 3-1 en el quinto set, y también lo hizo en los octavos de final de Indian Wells en un enfrentamiento muy plácido para él (6-2, 6-3). En su contra, sólo estará el desgaste sufrido en la semifinal ante Kyrgios o en el partido de cuartos ante el checo Berdych. “Nadal está más fresco que yo y, sin duda, es una montaña muy difícil de escalar. Siempre lo ha sido. Pero estaré a punto, un reto apasionante otra vez ante Rafa. Es como si estuviéramos en los viejos tiempos, enfrentándonos cada fin de semana”.
“No creo que nos queden muchas finales en Miami”, ha reconocido Nadal, consciente de que su rival “está a un nivel muy alto. Jugar contra él siempre es un desafío”. En su análisis del partido, el manacorense sabe que “sólo siendo agresivo en mis golpes, jugando con mucha intensidad, podré aspirar a la victoria”. Derrotado en Melbourne por Federer y en Acapulco por Querrey, Nadal busca su primer título de una temporada que, pese a estas dos decepciones, ha empezado a un excelente nivel. Por eso espera ser campeón en Crandon Park a la quinta oportunidad.