Puigdemont plantea tres preguntas para el referéndum
¿Quiere que Catalunya sea un Estado independiente? ¿Quiere que Catalunya sea una república independiente? ¿Quiere que Catalunya continúe formando parte de España?
El president pide a la UE que aplique a Catalunya el mismo trato que a Escocia
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha desvelado en una entrevista en Al Yazira tres posibles formulaciones que podría tener la pregunta del referéndum de independencia que el Govern tiene previsto convocar este mes de septiembre. “¿Quiere que Catalunya sea un Estado independiente? ¿Quiere que Catalunya sea una república independiente? ¿Quiere que Catalunya siga formando parte de España?”.
Con todo, Puigdemont dejó claro que dichas propuestas no son oficiales ni definitivas, tan sólo ejemplos ilustrativos. “Quizás no será exactamente ninguna de estas, pero no tendrá confusión posible”, dijo. El president precisó, además, que la pregunta definitiva dependerá de si se llega a un acuerdo con el Gobierno del Estado a la hora de negociar la consulta. “Nosotros queremos llegar a un acuerdo con el Estado español y, si hace falta, estamos dispuestos a pactar la pregunta”, insistió una vez más.
Las declaraciones dejan clara, en todo caso, la voluntad del Govern que preside de optar por una única pregunta que sea clara e inequívoca, desechando el modelo utilizado para el 9-N. En aquel proceso participativo celebrado en noviembre del 2014 se hacían dos preguntas, “¿Quiere que Catalunya sea un Estado?” y “En caso afirmativo, ¿quiere que Catalunya sea un Estado independiente?”.
Sobre la posibilidad de adelantar el referéndum, tal y como exige la CUP, el president descartó que se pueda convocar en mayo y reiteró que, como máximo, llegará a finales de septiembre.
Durante la misma entrevista, Puigdemont aseguró que su Govern tiene mucho interés en el independentismo escocés “porque Europa está cambiando de posición muy claramente y lo que vale para Escocia vale para Catalunya”. “La tendencia ahora es allanar el camino para que Escocia continúe formando parte de la Unión Europea”, y afirmó que “nadie le podrá negar a un catalán su ciudadanía europea”.
En este sentido, puso en relieve que “Catalunya ha sido siempre una contribuyente positiva a la UE, que presenta el 2% del PIB europeo y tiene una economía dinámica, que ha crecido más en un 3,5% el último año, y que crece tanto en exportaciones como en inversión extranjera”. Ante estos datos, el presidente se preguntó “si Europa es un proyecto indiferente a los populismos de algunos estados y en cambio no tiene ningún interés que una realidad como Catalunya pueda contribuir al progreso europeo”. “Eso no va en la lógica europea”, respondió.
El jefe del Govern también señaló que Europa “es una realidad política lenta, que asimila mal los cambios que vienen del mundo, reacciona tarde, no está presente en ningún conflicto, pero en cambio, es también un fabuloso escenario de realpolitik y es capaz de amenazar a Eslovenia con no reconocerla nunca para acabar haciéndolo al cabo de unos meses”.
Sobre esta cuestión, declaró que la Generalitat no está llevando a cabo “ninguna estrategia de reconocimiento internacional ni especulando sobre qué pasará”, sino explicando que el conflicto entre España y Catalunya “no es social sino político” y “se resuelve votando, que es como las democracias occidentales resuelven sus problemas”. Y afirmó no haber “perdido la esperanza” de que el “seny” se imponga en la política española y se produzca el diálogo necesario para que pueda llevarse a cabo un referéndum pactado.
También explicó que, en caso de que la consulta se celebrase y venciera el no a la independencia, él dimitiría de su cargo y convocaría nuevas elecciones al Parlament.
El president dice que en todo caso la pregunta será clara y tendrá una respuesta binaria